ANÁLISIS

Pedro Sánchez lo confía todo al cara a cara televisivo que le enfrenta este lunes a Feijóo

El líder del PP se ve pre­si­dente, se com­pro­mete a re­cu­perar los pactos de Estado y, sobre todo, a so­segar al país

, lunes 10 de julio,
Alberto Nuñez Feijoo, pte. del PP.

Este cuarto día de la cam­paña elec­toral para el 23-J, lunes 10 de ju­lio, que­dará mar­cado por el cara a cara te­le­vi­sivo, en au­sencia de otros can­di­da­tos, que van a man­tener el pre­si­dente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la opo­si­ción, Alberto Núñez Feijóo. Los es­tra­tegas de ambos par­tidos tienen una per­cep­ción dis­tinta de las con­se­cuen­cias que pueden tener en el re­sul­tado final de las elec­ciones del pró­ximo 23-J. El can­di­dato del PP, que lleva ven­taja en las en­cues­tas, pro­mete "sosegar" al país, que lo ne­ce­sita, si gana y logra formar Gobierno.

En el PP, pese a que no le restan importancia, consideran que lo relevante hoy en día, es que estamos en un momento de cambio de ciclo cuya tendencia no se puede cambiar en los 100 minutos de debate. En el PSOE, conscientes de que Sánchez sale perdedor en esta campaña, lo confían todo en el cara a cara de Antena3.

Tantas esperanzas han puesto en el Partido Socialista en el enfrentamiento que mantendrá Pedro Sánchez con Núñez Feijóo en el grupo de empresas de Atresmedia, que el presidente ha estado ausente de la arena electoral por segundo día consecutivo para preparar este cara a cara televisado. En él van a debatir de economía, política social e igualdad, pactos y gobernabilidad y políticas de Estado, institucionales y política internacional.

En el Partido Popular, aunque no le restan importancia al cara a cara que moderarán los periodistas del grupo Vicente Vallés y Ana Pastor, consideran que el debate es solo otro acto más de la campaña electoral en la que se ven vencedores. Por eso, ha mantenido su actividad de campaña hasta este mismo domingo con un gran mitin en Pontevedra donde se ha mostrado como si ya fuera el presidente.

Feijóo mantendrá la reforma laboral

En su tierra natal, Feijóo se ha comprometido a romper los bloques, a recuperar los pactos de Estado y a ser un presidente para todos del que los españoles digan al fin de su mandato que “no nos has engañado, hemos confiado en ti, nos habrás gustado más o menos, pero has sido un presidente honesto”.

Como otra muestra más de que es un hombre de Estado, se compromete a mantener aquellas decisiones aprobadas por Pedro Sánchez que considere han sido buenas para el país, como puede ser el caso de la reforma laboral. Supone un cambio de posición respecto de lo que había dicho hasta ahora el Partido Popular.

En una entrevista publicada este domingo en el diario ‘La Razón’, Feijóo asegura que, si llega a la Moncloa, no defraudará a los españoles, a los que pide el voto para unir a la sociedad, mejorar lo que no funciona y mantener lo que funciona.

En este sentido, respecto al rechazo que en su día el PP manifestó sobre la reforma laboral, Feijóo opina que “siendo el tronco de la reforma mantener lo que hizo el presidente Rajoy, y habiendo pactado los ajustes de esa reforma con los agentes sociales, probablemente deberíamos haber pensado un poco mejor nuestro posicionamiento”.

Además de pedir respeto por la decisión actual de su partido de no derogar la reforma laboral, ha propuesto sentarse con los agentes sociales a estudiar los desajustes que se han producido en los últimos años en su aplicación, por lo que propone auditar la figura de los fijos discontinuos antes de tomar una decisión sobre ella.

Desde el Partido Popular transmitían a Capitalmadrid.com, que la reforma pactada por el Gobierno y por los agentes sociales no tocó el núcleo fundamental ni de la de 2010 de Rodríguez Zapatero ni de la de 2012 de Fátima Báñez, consistente en el coste del despido y en el cómo y cuándo se puede despedir.

En ambas leyes se rebajaron las indemnizaciones y se determinaron las causas económicas, técnicas, organizativas y de producción de los despidos colectivos con tal ambigüedad y amplitud que las empresas en la práctica, han podido actuar con absoluta libertad. Sobre todo, porque se eliminó la obligación de pedir la autorización administrativa.

Cambiar este aspecto hubiese supuesto un ‘casus belli’ para los empresarios de la CEOE, pues les ofrece un contexto de flexibilidad a la hora de despedir, que les permite trasladar los costes de toda crisis a los presupuestos generales del Estado o a los propios trabajadores que han visto como se ha reducido el montante de su indemnización por despido.

Además, la flexibilidad se ha visto incrementada en la reforma promovida por Yolanda Díaz en el Gobierno de Pedro Sánchez, con la potenciación de los ERTE y su renovada normativa, hasta el punto de que las empresas han conseguido el máximo de elasticidad a la hora de despedir y conseguir hacer realidad la paradoja de despedir sin despedir.

Este sería uno de los aspectos que Feijóo considera debe ser auditado para evitar las consecuencias perversas de la reforma laboral de Pedro Sánchez, cuyo alcance se desconoce por la no publicación de los datos por parte del Ministerio de Trabajo y Economía Social que dirige la vicepresidenta tercera del Gobierno, Yolanda Díaz.

Sánchez al ataque

Pese a las diferencias internas existentes entre los diferentes asesores del presidente del Gobierno sobre la estrategia a seguir en el cara a cara con Feijóo, en el Partido Popular se da por hecho que Sánchez irá al ataque en sus intervenciones. El presidente reprochará a Feijóo la política de acuerdos con VOX, así como la ideología de algunas de las personas del partido que lidera Santiago Abascal que han elegido hasta el momento para presidir algunas instituciones autonómicas o locales.

En Génova se preparan para ello y volverán a reprochar a Pedro Sánchez haber pactado para mantenerse en el Gobierno con los líderes de los partidos independentistas catalanes y vascos.

Los populares recuerdan el agresivo cara a cara que el presidente del Gobierno mantuvo con Mariano Rajoy el 14 de diciembre de 2015. Todavía se reprochan haber aceptado la figura del moderador- Manuel Campo Vidal- pues, según los populares, había sido asesor de estrategia de comunicación del PSOE.

Ahora dan por hecho que las condiciones serán distintas. Consideran que habrá un equilibrio. Uno de los moderadores, Vicente Vallés, es muy crítico con algunas de las políticas del Gobierno de Pedro Sánchez, mientras Ana Pastor destaca en su actividad profesional por sus críticas con las políticas populares.

A pesar del inicio del cambio de ciclo político que ha quedado reflejado en los resultados de las elecciones autonómicas y locales del 28M y que anticiparon las elecciones en Andalucía, desde que se produjera el primer debate electoral televisado en Estados Unidos el 26 de septiembre 1960, el mantenido entre Nixon y Kennedy marcaron un antes y un después en las campañas electorales.

Nada puede asegurar que el cara a cara de este lunes 10 de julio de 2023 no pueda suponer un antes y un después de cara al futuro gobierno de la nación.

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