La propia presidente de Redeia, Beatriz Corredor, ha comentado en la reciente junta de la compañía que no le consta nada al respecto. El consejo de administración del grupo, ha señalado, "no tiene sobre la mesa, ni siquiera un estudio preliminar" de una posible operación en este sentido para crear un operador único para los sistemas eléctrico y gasista. Tampoco tiene noticias de un movimiento en este sentido ni por parte de Enagás ni del Gobierno.
Una rumorología que ha tenido de base la presión a la que se han visto sometidas ambas compañías porque la retribución regulada que reciben por el uso de sus redes de electricidad y gas no se ha visto revisada conforme a la inflación, lo cual hará que sus ingresos sean menores en términos reales.
En la planificación de las inversiones para el próximo lustro, por otra parte, no se ha tenido en cuenta encarecimiento derivado por la subida de los tipos de interés. Y eso hará muy complicado introducir cláusulas de salvaguarda o de compensación por el incremento de los costes financieros.
Factores que han llevado a una pérdida generalizada de confianza por parte de los analistas en ambas compañías y que podrían haber alentado este tipo de especulaciones de concentración con el objetivo de capear mejor el temporal.
La cotización de Redeia cae un 2 % en lo que va de año, mientras que la de Enagás sube algo más de un 15 %. Ambas, encualquier caso, están manteniendo un perfil muy plano en Bolsa a la espera de catalizadores que dinamicen sus respectivas acciones lo que incita a este tipo de pábulos.