OPINIÓN

Aparte de Sánchez, Ucrania, China, Biden, Tesla y J. P. Morgan también existen

Además de las elec­ciones es­pañolas ahí fuera está el ancho mundo

Estados Unidos y China
Estados Unidos y China

El fron­doso árbol elec­toral tapa a los es­pañoles el ho­ri­zonte in­ter­na­cio­nal. Seis de­bates entre los po­si­bles pre­si­den­cia­bles, Sánchez y Feijoo, re­cor­tados a un solo en­fren­ta­miento bi­la­te­ral, amén de esas ter­tu­lias entre las ca­bezas de serie de las for­ma­ciones po­lí­ti­cas. González y Aznar man­tu­vieron dos 'cara ca­ras' in­ten­sos, e in­tere­san­tes.

EE.UU. y China desconfianza, relaciones económicas y comerciales bajo la amenaza del “decoupling” (desconexión) en fase, sin embargo, de convertirse en un “De-risking”(no- riesgo). No se apuesta por restricciones puras y dudas sino por la limitación de productos estratégicos imprescindibles para la construcción de armas o materiales de altísima tecnología. Prohibición, muy medida, pero no recortes por parte de los EE.UU. con China; sólo prohibiciones concretas para materiales sensibles de depurada tecnología, aptos para su utilización militar.

No se trata de una “desconexión” sino que materiales “sensibles” de alta tecnología sean utilizados con fines militares por parte de un potencial enemigo político. De ahí el “de-risking” utilizado inicialmente por Ursula von der Leyen y adoptado por la administración Biden e incluso por el G7 en su última reunión. Comercio con China

Paralizar los intercambios con China no resulta fácil para las economías occidentales. Gran dependencia en el aprovisionamiento de litio, tierras raras para la construcción de baterías e incluso de paneles solares. Además de los intereses de grandes compañías multinacionales.

Viajes a la República Popular por Elion Musk de Tesla o del consejero delegado del J.P Morgan, Jamie Dimon. Entrevistas con un gran número de altos representantes chinos. Una acogida mucho más calurosa de la que reciben los políticos estadounidenses o europeos. China, por su parte, precisa semiconductores de alta tecnología que entran en la categoría de productos de riesgo estratégico sometidos a la prohibición de exportación en EE.UU o Japón.

Los intercambios comerciales con los EE. UU. son muy, pero que muy, favorables a la RPC y de ahí los recientes esfuerzos estadounidenses por sustituir productos chinos por vietnamitas o de otras procedencias del sudeste asiático.

El pasado año las importaciones americanas de manufacturas procedentes de China solo representaron el 50,7% del total de las procedentes de Asia cuando en 2013 ascendían al 70% Las importaciones de Vietnam se han doblado en los últimos cinco años. La Inflation Reduction Act supone un fuerte estímulo a la protección interior a la vez que se intensifican las iniciativas para meter en la cadena de suministros a empresas latinoamericanas.

La guerra de Ucrania está jugando, por su lado, un papel importante. No solo se trata de los globos espías en el espacio aéreo americano sino, por ejemplo, el reciente incidente de un destructor americano con una fragata china en aguas internacionales cercanas a las aguas territoriales de la RPC. Protección velada pero sustantiva a Taiwan.

No le va bien a Putin y sus mercenarios, tanto los del Grupo Wagner, como, por ejemplo, los de su gran empresa petrolera, Gazprom; trabajadores convertidos en soldados con un sobre sueldo y una indemnización familiar en caso baja en el frente. Los servicios de inteligencia británica estiman en 200.000 las bajas rusas.

Ofensiva ucraniana, voladura de la presa sobre el Dnieper, en territorio ocupado por Rusia, descenso de las actividades económicas en China (baja el consumo y los precios del petróleo) y malestar social según fuentes solventes. Occidente resiste, las democracias se activan a pesar de las pulsaciones reaccionarias. Todo un panorama internacional en ebullición para medir el grado de comprensión de los candidatos españoles a la presidencia de la nación. Atentos al anunciado caracará entre Feijoo y Sánchez.

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