Su crecimiento orgánico mantiene una línea estable que se a traducido en un beneficio de 27,6 millones de euros en el primer trimestre y unos ingresos de 130 millones. Unas cifras discretamente mejores respecto a las del mismo período del año anterior, pero que reflejan el buen estado de salud del grupo.
Eso le permite contar con la absoluta confianza de sus accionistas. El 91 % de ellos han optado por recibir el pago de dividendo correspondiente al beneficio del año pasado en acciones de nueva emisión ya están cotizando. Una política de retribución junto con la recompra de acciones que supone una rentabilidad del orden del 6 %, por encima de la media del mercado.
Todo ello combinado con una prudente estrategia de crecimiento inorgánico, que este año se ha traducido en la adquisición de la totalidad de las acciones de Novosci Healthcare. Una farmacéutica con sede en Dubai que refuerxa la posición del grupo en el mercado de África y Oriente Medio.
No en vano, la internacionalización es uno de los pilares estratégicos del grupo. Los ingresos del grupo en el exterior alcanzaron el 56 % del total en 2022, superando por primera vez en la historia a los nacionales. Una tendencia que se ha visto confirmada en las cuentas del primer trimestre.
La alta eficiencia de la actividad a la hora de generar caja, la buena rentabilidad por dividendo y un PER de poco más de 11 veces hacen pensar a algunos operadores que Faes está siendo infravalorada por encima incluso del resto del sector. Su cotización se mueve por debajo de los 3,4 euros, un 3 % por debajo de su precio de principios de año. Para recuperar la atención del mercado, los expertos técnicos creen que debe superar la barrera de los 3,5 euros, lo cual alentaría un posible cambio de tendencia.