Hasta el momento, la generación de un gigawatio tiene el escalofriante coste de 7.200 millones de dólares. Pero los países saben que quien alcance a dominar la tecnología para producir electricidad podrá alcanzar unos beneficios incalculables. Porque esta será una fuente casi inagotable de energía.
Una sociedad público privada japonesa está realizando unas investigaciones para enviar energía solar a la Tierra con el objetivo de probar potencialmente que la energía solar aprovechada en el espacio puede usarse para las necesidades de electricidad en la Tierra. El proyecto se encuentra bajo la dirección del profesor de la Universidad de Kyoto, Naoki Shinohara.
Antes había sido Estados Unidos el país que inició esta carrera por la energía espacial. El Pentágono logró este objetivo con un panel solar en órbita terrestre como prototipo de futuros sistemas que capturarían la luz del sol y la enviarían como energía a la Tierra.
Los chinos han diseñado planes muy potentes para construir una estación de energía solar en el espacio capaz de captar energía con una potencia de gigawatio. Esto hará que la iniciativa esté operativa para uso comercial en abril del año que viene, dijeron expertos chinos al Global Times.
Misiones europeas
A principios de este año, el proyecto de energía solar espacial de Caltech (SSPP) lanzó la misión Transporter-6, poniendo en órbita un prototipo, denominado Space Solar Power Demonstrator (SSPD), que probará varios componentes clave de un ambicioso plan para recolectar energía solar en el espacio y enviar la energía de regreso a la Tierra.
“Cuando se realice por completo, SSPP desplegará una constelación de naves espaciales modulares que recolectan la luz solar, la transforman en electricidad y luego la transmiten de forma inalámbrica a largas distancias donde sea que se necesite, incluso a lugares que actualmente no tienen acceso a energía confiable”, manifestaba Caltech en enero.
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha establecido contratos para dos estudios conceptuales paralelos para plantas de energía solar basadas en el espacio a escala comercial, un paso crucial en la nueva iniciativa SOLARIS de la Agencia, madurando la viabilidad de capturar energía solar del espacio para uso terrestre.
Según la ESA, "el concepto complementa en lugar de competir con las energías renovables terrestres, porque la energía solar basada en el espacio puede hacer que la energía esté disponible de manera confiable las 24 horas del día, los 7 días de la semana, proporcionando la estabilidad que tanto necesita la red eléctrica a medida que continúa la proporción de energías renovables intermitentes", para aumentar las fuentes de generación, reduciendo la dependencia de las soluciones de almacenamiento a gran escala”.