La participación de las mujeres en el empleo de las actividades vinculadas a esta transición fue del 18,2% en el año 2022, teniendo en cuenta que ese mismo año el empleo femenino supuso el 47% en el conjunto de la economía.
Este es otro de los principales datos que aporta el estudio ‘El empleo de las mujeres en la transición energética justa en España’, publicado por Fundación Naturgy, en colaboración con el Instituto para la Transición Justa (ITJ).
Se trata del primer informe que proporciona un diagnóstico ajustado y completo sobre la situación de la mujer en el mercado laboral vinculado a la transición energética, utilizando una multiplicidad de fuentes estadísticas. El análisis ha sido desarrollado por Abay Analistas, y la politóloga Cristina Monge ha coordinado al equipo de personas expertas.
El documento se presentó este miércoles en un coloquio inaugurado por la directora del ITJ, Laura Martín, que ha manifestado que “este diagnóstico nos permite profundizar en el conocimiento de la situación e identificar las medidas necesarias para actuar. Tenemos que seguir trabajando para que las mujeres formen parte activa de la transición energética, facilitar su acceso al empleo en todos los sectores y subsectores de esta transformación y velar por la igualdad de condiciones de este empleo. Hacerlo requiere el trabajo conjunto de la administración, agentes sociales y comunidades científica y educativa”.
Empleo energético
El estudio refleja que, tanto en España como en Europa, el empleo femenino ha crecido a un ritmo muy superior al masculino en los subsectores de la transición energética, y que hay que tener en consideración que estos resultados están vinculados a una escasa presencia previa de mujeres. Sin embargo, la conclusión del equipo de personas expertas es clara: la evolución a lo largo de la última década es positiva, pero es todavía demasiado lenta.
El estudio también permite acotar el diagnóstico a los diferentes subsectores y ramas de actividad vinculados a la transición. Así, de los cinco subsectores contemplados tan sólo uno de ellos, el de asesoramiento energético, supera el nivel de masa crítica, es decir, tiene una participación de mujeres por encima del 30%. En cuanto a las ramas de actividad, sólo en cinco se supera este nivel de masa crítica, mientras que en 16 se puede considerar que la infrarrepresentación es severa, al no llegar al 15%.
Rafael Villaseca, presidente de Fundación Naturgy, puso en valor los datos que ofrece el estudio, que “son un punto de partida para pensar y concretar cómo actuar”. “La cifra de participación de las mujeres en el mercado laboral de la transición energética es extraordinariamente baja e indica la necesidad de realizar iniciativas para equilibrar esta situación”, enfatizó Villaseca. Por su parte La directora general de Fundación Naturgy, María Eugenia Coronado, defendió que “estudios como este ponen datos objetivos a una situación que debe ser revertida para garantizar una transición justa desde todas las perspectivas y para la que nuestra fundación cuenta ya con programas formativos y de empleabilidad con foco en las mujeres”.
Segregación ocupacional y brecha salarial
Además de la brecha de participación, que es la más importante, el estudio también ha detectado la existencia de otras brechas de género, como la segregación ocupacional: las mujeres se concentran en los puestos de trabajo de carácter administrativo, mientras que los puestos técnicos los ocupan sobre todo hombres.
En cambio, la brecha salarial de género es significativamente menor que en el conjunto de la economía: las mujeres cobran de media un 6% menos que los hombres en el sector, frente a un 14% global. Aun así, hay que tener en cuenta que también se detecta una sobre cualificación de las mujeres que trabajan en la transición energética.
El estudio también analiza una brecha previa, que es la de la participación de mujeres en los estudios técnicos más necesarios para la transición energética, tanto a nivel universitario como de Formación Profesional. El peso de las llamadas titulaciones STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) sobre el total de graduados universitarios es del 36% para los hombres y tan sólo del 11% para las mujeres. La brecha es aún mayor en la Formación Profesional.
Conclusiones
Durante la presentación, María Isabel Martínez, directora de Abay Analistas, ha resumido las conclusiones de estudio explicando que “las brechas son múltiples, significativas y persistentes en el tiempo, y afectan tanto a la entrada como a la posición de las mujeres en la formación y el empleo”. Según Martínez, “las actuaciones desarrolladas van en la dirección correcta, pero son claramente insuficientes, ya que los avances en la última década han sido pequeños y desiguales”. Por todo ello, “se requiere una estrategia que aborde todas las brechas de forma integral y donde se impliquen todos los agentes del sistema”.
Según la investigadora de Abay analistas, “la dificultad del acceso de la mujer a este sector no es solo un problema de equidad y justicia social, sino que es un problema económico, porque las empresas van a tener cada vez una necesidad mayor de atraer y retener talento”, a lo que añadió que “no cabe esperar mejoras de la situación si no se hacen políticas de calado, tanto en España como en el resto de Europa”.
Cristina Monge, por su parte, recordó que “la transición energética no es un momento puntual, no es un camino que estamos recorriendo, es la llegada al mundo del futuro y por eso se tiene que garantizar que las mujeres nos incorporemos con igualdad al nuevo modelo energético y que no se repitan los estereotipos que se han reproducido hasta ahora en este sector”. La politóloga destacó también la necesidad de que, “en la formación, se impliquen la comunidad educativa y las familias, que deben ser aliadas en esta normalización de las mujeres en mundo de la energía”.