Una tasa extraordinaria impuesta por el Gobierno de Pedro Sánchez que ha restado atractivo a la banca a lo largo de un ejercicio 2023 muy de más a menos para el sector en el parquet. Las alegrías del arranque del ejercicio han dado paso desde la gran tormenta financiera de marzo a una catarata de dudas que al cierre de mayo había dejado la subida anual de la banca por debajo del 5%, la mitad que el Ibex 35. ¿Puede haber un nuevo cambio de escenario?
“Todavía es pronto para sacar conclusiones, porque la incertidumbre persiste en todos los ámbitos. Desde el punto de vista sectorial, el frenazo económico puede pasar factura, y tampoco se pueden descartar nuevos sustos en entidades financieras estadounidenses y europeas. Y, en clave nacional, no está claro que el bloque de derechas pueda reeditar en las generales la mayoría de las locales”, señalan en una gran firma de análisis internacional.
Sin embargo, sí se han producido en las últimas semanas algunos movimientos que indican que a corto plazo lo peor puede haber pasado. Los bancos domésticos -con CaixaBank a la cabeza- han corregido en mayo parte de la diferencia en contra que arrastran en 2023 respecto a los grandes, a los que los inversores han primado este año con el argumento de que su mayor diversificación los protege del pinchazo global de la actividad.
Pinchazo de un bajista
Un pinchazo del que los inversores bajistas esperaban sacar una importante tajada que finalmente no se ha concretado. Marshall Wace y Point 72 Europe han deshecho las posiciones cortas superiores al 0,5% que tenían en Bankinter, donde ahora sólo Canada Pension Plan tiene una apuesta bajista relevante. Con la acción del banco español volando hasta los niveles más altos en cinco semanas, los ‘hedges’ tratan de reducir el parte de daños.
Marshall Wace también tiene una posición corta del 0,53% en el capital de CaixaBank, el banco que más se beneficiaría según los analistas de la supresión del impuesto extraordinario a la banca. El banco participado por el Estado ya ha recuperado los niveles a los que comenzó 2023 y está cada vez más lejos de los mínimos del año firmados en el arranque de mayo muy cerca de los 3 euros por acción.
“Si no pasa nada muy raro en forma de quiebra de otro banco en Europa o al otro lado del Atlántico, no creo que las entidades españolas tengan ningún problema en consolidar los niveles actuales en bolsa. Los inversores perciben que no hay mucho riesgo ahora, máxime con las expectativas de cambio de gobierno tras las elecciones del 28-M. Todo está más tranquilo ahora”, señalan en un gran ‘broker’ anglosajón.
Con estas cartas sobre la mesa, los inversores bajistas están empezando a recular en sus apuestas contra el sector. La salida de Bankinter es un hecho, mientras que fuentes bursátiles de toda solvencia aseguran que detrás de las fuertes subidas de este arranque del mes de junio está el cierre de nuevas posiciones cortas de ‘hedge fund’ que empiezan a aceptar que, esta vez, han errado en sus apuestas contra la banca español.