El magen Ebitda, que muestra la rentabilidad de la empresa, se situó en el 24,8%, lo que supone 4,5 puntos más que hace un año, con todas sus divisiones (Concesiones, Ingeniería e Infraestructuras y Servicios) contribuyendo de forma positiva a este crecimiento, tras la entrada en operación de varios tramos de autopistas y la evolución favorable del negocio.
De hecho, el 85% del Ebitda lo aportan los activos concesionales, lo que para la empresa "se traduce en un modelo de negocio predecible y estable". Asimismo, la cartera de ingresos internacional supone el 85% del total.
Actualmente, la compañía cuenta con 69 activos de este tipo, de los que 57 ya están en operación y 12 se encuentran en fase de construcción. Entre los últimos puestos en operación destacan la autopista Pedemontana-Veneta (Italia), Ferrocarril Central (Uruguay), Rutas 2 y 7 (Paraguay) y Pamplona-Cúcuta (Colombia).
Su cartera de proyectos ascendió a 58.863 millones de euros, un 8% más que en diciembre de 2022, tras conseguir nuevas adjudicaciones. El 81% de la cartera corresponde a la división de Concesiones, el 12% a Ingeniería e Infraestructuras y el 7% restante a Servicios.
La primera de estas divisiones creció un 20% en ingresos y un 53% en Ebitda, la de Ingeniería cayó un 7% en facturación aunque consiguió aumentar un 4% su Ebitda, y la de Servicios se impulsó un 20% en ingresos y un 13% en resultado operativo.
DEUDA NETA CON RECURSO En el plano financiero, la deuda neta con recurso era a cierre del pasado mes de marzo de 644 millones de euros, un 18% superior a la del cierre de 2022, debido a las inversiones realizadas, si bien cayó un 19% respecto a marzo del año pasado.
La compañía ha trasladado una vez más su objetivo de reducir esta deuda neta con recurso a cero, para lo cual ya ha puesto a la venta sus filiales de Servicios, así como la rotación de activos no estratégicos en concesiones.
De forma paralela, la deuda neta total del grupo creció un 5%, hasta los 7.870 millones de euros por ese mismo efecto inversor.