Los in­gresos me­dios de un vasco rozan los 16.500 euros frente a los 13.000 euros de media na­cional

Navarra y Euskadi, las comunidades con el riesgo de pobreza más bajo de España

El por­cen­taje de po­bla­ción con in­gresos bajos no llega al 13%, mien­tras la media su­pera el 20%

Pobreza
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Navarra y Euskadi son las dos co­mu­ni­dades au­tó­nomas na­cio­nales donde hay menos po­bla­ción vul­ne­rable que se en­cuentre en si­tua­ción de po­breza de todo el país. Así lo cer­ti­fica una en­cuesta rea­li­zada por el Instituto Nacional de Estadística sobre las con­di­ciones de vida y que apunta que mien­tras en la co­mu­nidad foral na­varra las per­sonas con in­gresos bajos solo re­pre­sentan el 10,9%, en el caso de los te­rri­to­rios vascos ese por­cen­taje sube hasta el 12,2%.

Sin embargo, nada tiene que ver con la realidad media del conjunto del país donde el riesgo de pobreza supera el 20%.

Este informe hace referencia sobre todo a los ingresos medios que tiene una persona, así como a su capacidad económica para afrontar un imprevisto que le surja de repente o si puede hacer frente de manera regular, y sin impagos o retrasos, a los principales pagos de una vivienda como son el alquiler o la hipoteca, además de los servicios comunes como luz, agua, gas…

En función de esto, el INE determina que los ingresos medios de una persona en el caso del País Vasco se sitúan cerca de los 16.500 euros, mientras que la media nacional apenas sobrepasa los 13.000 euros.

La odisea de llegar a fin de mes

Ese indicador del riesgo de pobreza guarda una estrecha relación, como ya hemos visto, tanto con los ingresos medidos de una persona como con las dificultades que tenga con sus ingresos mensuales para llegar al día 31 de cada mes con cierta holgura o no. Así, mientas no se alcanza el 4% de los hogares vascos que reconocen llegar a fin de mes con algún que otro aprieto económico, en el caso de la media española ese porcentaje se acerca al 9%.

Sin embargo, Euskadi no es la mejor comunidad autónoma en este sentido ya que la mejor posición la tiene La Rioja con un 3,3%. Y de nuevo el País Vasco ocupa la segunda plaza como la comunidad con el dato más bajo en lo que se refiere a los retrasos a la hora de hacer frente al pago de una vivienda (ya sea por alquiler o por una hipoteca): un 7,2% (Cantabria está en mejor puesto con un 5,3%) frente a la media del resto de España con un 13,2%.

Y otros de los aspectos más relevantes cuando se trata de calcular el riesgo de pobreza de una persona vulnerable: si dispone de recursos para hacer frente a gastos imprevistos que no tenga más remedio que abonar. De nuevo, buenas noticias para el caso del País Vasco que se convierte en la comunidad española con menor población que reconoce tener problemas para hacer frente a ese desembolso urgente, un 18,7% (muy por debajo de la media española con un 35,5%).

Unos ingresos que van en función en la mayoría de los casos del empleo que tenga cada una de esas personas. En este sentido, de sobra es conocido el carácter eminentemente industrial que siempre ha tenido el tejido económico y laboral vasco; sin embargo, a muchos le sorprenderá este revelador dato de la actualidad: este sector tiene en la actualidad menos trabajadores de los que estaban ocupados en el mismo en los años 70. Es más, a día de hoy esta rama solo ocupa el 20% de su economía. Aun así, sigue teniendo un nivel muy por encima de la media española, Cataluña incluida.

El sector industrial vasco

La realidad de la pérdida de fuerza industrial en Euskadi, que no es algo ajeno que no ocurra en otros territorios europeos con esa misma tradición económica, ha ido dejando paso cada vez más a una economía donde los servicios son los principales protagonistas. Y esto se ha trasladado también a la población activa que trabaja en el primer sector.

Así las cosas, mientras a mediados de la década de los años 70, en pleno empuje industrial el País Vasco, había 320.000 trabajadores en las fábricas (no muy lejos de la mitad de la población ocupada en esos años), ahora esa cifra se ha reducido hasta las 179.000 personas según los últimos datos conocidos del año 2021.

Una edad de oro que durante todos estos años ha pasado por no pocas reconversiones, huelgas, deslocalizaciones y toda una serie de circunstancias que han hecho que los grandes grupos empresariales vascos hayan ido perdiendo algo de fuelle. A esto se suma el crecimiento y el empuje de otras actividades como es el caso del turismo, el comercio o la hostelería.

Eso sin olvidar la entrada en escena, y hacia donde va también ese sector industrial, de nuevos agentes económicos representados por empresas dedicadas a la aeronáutica, la biotecnología, las telecomunicaciones o las energías renovables.

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