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ASML, con el chip subido

La de­manda de se­mi­con­duc­tores sigue siendo muy in­tensa, in­cluso una vez su­pe­rada la fuerte crisis de abas­te­ci­miento su­frida en los dos úl­timos años y res­ta­ble­cida la ca­dena de su­mi­nis­tros. Un buen mo­tivo para que los ope­ra­dores sigan muy pen­dientes de ASML, una de las em­presas lí­deres del sector que co­tiza en el Euronext de Ámsterdam.

El fabricante de equipos para producir semiconductores está especializado en sistemas de litografía ultravioleta extrema y profunda (EUV). Máquinas que sirven para imprimir diseños pequeños y complejos en microchips que solo esta empresa fabrica. Cuenta además con una segunda gama de máquinas con alta demanda como las DUV (herramientas de ultravioleta profunda), también de alto margen.

ASML controla dos tercios del mercado DUV y disfruta de una posición de monopolio en la próxima generación de tecnología litográfica, llamada EUV, esencial para los semiconductores cada vez más densos.

Una posición de liderazgo que le ha permitido cerrar un excepcional primer trimestre del ejercicio con unos ingresos muy superiores a los previstos por el consenso del mercado. De hecho, la compañía ha reiterado sus estimaciones de venta de EUV en 60 máquinas este año y 90 en 2025, cuando muchos analistas esperaban una reducción.

Aunque el número de pedidos ha experimentado un fuerte retroceso de 6.300 millones a 3.700 millones, la compañía ha minimizado este factor asegurando que la demanda sigue siendo superior a su capacidad de fabricación. Por el contrario, confían en una fuerte recuperación del mercado con un repunte en la segunda mitad del año, en especial en China donde esperan un gran repunte de las ventas en los próximos trimestres.

Tras lograr un beneficio por acción un 20 % por encima de lo previsto, la compañía ha reiterado su política de retribución al accionista, marcada por un pago en efectivo de 5,8 euros por acción en 2023 y la recompra de acciones en el trimestre por 400 millones de euros.

Respecto a las previsiones, el grupo holandés se ha mostrado confiado en la buena marcha tanto de los beneficios como de las ventas, impulsados por la fuerte demanda de clientes de fundición como TSMC y Samsung, que están invirtiendo agresivamente en la tecnología en la que el grupo está especializado. Factores que deberán apoyar el crecimiento y los márgenes.

Entre los principales riesgos, alertas los analistas, se encuentra las tensiones geopolíticas que puedan afectar al mercado de microchips o la presión alcista de tipos que puedan provocar ajustes de valoración, aunque en general consideran que el grupo cuenta con suficiente solidez para aguantar sin grandes desajustes un posible cambio de ciclo.

Su cotización se encuentra, señalan, a niveles bastante atractivos tras las recogidas de beneficios observadas a finales de 2021. Ahora está de nuevo en pleno proceso de recuperación que debería devolver al valor a zona de máximos en los próximos meses.

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