Pero sus relaciones con el líder del PP han llegado a tal deterioro que ese apoyo, a día de hoy, no lo conseguiría nunca si gobierna Núñez Feijóo.
Sánchez no da por hecho el vuelco electoral en las próximas elecciones generales por parte del PP. Por eso se lo juega ahora al todo o nada. Si no preside el gobierno de la nación, sus aspiraciones futuras se desmoronan. No le quedaba otra.
Además, este anuncio inesperado de la convocatoria de elecciones generales para una fecha tan inusitada como el 23 de Julio, cuando la mitad de la población española está de vacaciones, le evita tener que verse sometido, durante meses, a un proceso de crítica interna dentro de su propio partido de consecuencias incalculables.
Al tiempo que se protege de las críticas internas que se están amasando en el PSOE, priva al Partido Popular del uso y disfrute de la victoria. Aunque el adelanto electoral puede ser lo mejor para todos.
El presidente del Gobierno evita que lo que tenían pensado como un paseo triunfal por las capitales españolas, donde tenían organizados más de un centenar de actos durante la presidencia de turno de la Unión Europea, se le acabe convirtiendo en su potro de tortura. Durante las últimas semanas ha sufrido abucheos o insultos por parte de algunos asistentes cuando ha acudido a actos electorales, donde la organización no había controlado previamente la identidad de los asistentes.
Como resalta un documento interno de la patronal empresarial europea, la presidencia española ya iba a ser más corta de lo habitual al tener por medio los meses de vacaciones de verano. Este mismo documento resta relevancia a la presidencia de Sánchez de la Unión Europea, porque llega en el momento calificado como escoba, donde solo se tratan aquellos asuntos residuales, ante la proximidad de las elecciones al Parlamento Europeo de mayo del año que viene, elecciones que darán lugar a un nuevo ejecutivo comunitario.
La presidencia europea
Hay más razones para rebajar las expectativas que se habían fijado a la esta presidencia de turno, como es la división interna que existe dentro del Ejecutivo de Pedro Sánchez en el control de los asuntos europeos. Quienes fijan la agenda son el secretario de Estado para la Unión Europea, Pascual Navarro y María Aurora Mejía Errasquín, directora de la Oficina de Coordinación para la Presidencia Española de la Unión Europea, dejando al ministro de Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares en un segundo plano, casi para cuestiones protocolarias y de representación.
Por su parte el líder de los populares, quien venía requiriendo el anticipo de las elecciones, apuesta por insistir en las elecciones en un mensaje principal, “derogar el Sanchismo” y pegar en los flancos más débiles de la herencia de Sánchez. El fracaso de la Ley del solo sí es sí, las alianzas de gobierno y parlamentarias con nacionalistas y separatistas catalanes y vascos, los pactos secretos con el gobierno de Marruecos, y la presunta compra de votos.
Para consolidar su voto, Feijóo insistirá en su apelación al voto útil tanto a su derecha como a su izquierda. O lo que es lo mismo que decir que tratará de conseguir por una parte los votos que perdió durante el auge de ciudadanos y por la otra los que le ha arrebatado VOX en los últimos años.
En el entorno de Feijóo son prudentes pese a la importante pérdida de poder de Pedro Sánchez, y a la confirmación del cambio de ciclo. Así interpretan los resultados de este domingo, en el que el PSOE ha perdido el gobierno de seis comunidades autónomas, (podría perder también con el voto del exterior Asturias) y una treintena de grandes ciudades. Su prudencia les lleva a seguir analizando con lupa los resultados comunidad a comunidad y ayuntamiento a ayuntamiento.
Saben que pese este inicio de cambio que conlleva la perdida de millón y medio de votos del lado socialista y a la diferencia de 763.000 votos a favor del PP, la realidad es que eso significa que el punto de partida es de solo 3,41 puntos porcentuales de diferencia de cara a las elecciones generales.
Miran con interés futuras alianzas. Saben que será decisivo lo que ocurra con los aliados de uno y otro partido. La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, se ha anticipado a anunciar este lunes que Podemos y Sumar ya han empezado a negociar un acuerdo de coalición en 10 días para poder acudir juntos a las elecciones.
Por su parte, Sánchez, ha convertido su intervención ante la ejecutiva en una arenga, dando por hecho que todavía pueden ganar el próximo 23 de julio. No ha habido voces críticas. Tratan de restar importancia a lo que ha sucedido el día 28 y niegan que sea cierta la interpretación del sociólogo de cabecera del PP y presidente de GAD3, Narciso Michavila, de que los resultados suponen el mayor crecimiento de un partido político en los últimos 28 años en unas municipales.
En cambio siguen confiando en la interpretación del director del CIS, José Félix Tezanos, para quien Pedro Sánchez tiene posibilidad de consolidar el final de su ciclo antes de que el ciclo cambie, lo que podría pasar a partir de la celebración de las elecciones.