Contar con los chips necesarios para que funcionen adecuadamente los automóviles que hoy salen a las carreteras de la UE ha permitido a los gigantes de Corea, Japón y, últimamente, también los chinos, situarse entre las primeras opciones del consumidor europeo. Disponibilidad, precio y tecnología han sido sus bazas.
A eso se une el hecho de que los gigantes asiáticos han sabido aprovechar su gran ventaja industrial -el autoabastecimiento de microprocesadores- para ganar cuota de mercado a costa de los poderosos grupos europeos: Volkswagen, Stellantis o Renault.
Sin embargo, el patrón en la demanda de bienes no es homogéneo. El fin de las restricciones y el distensionamiento en la cadena de suministros impulsa claramente la producción de vehículos a nivel global. Mientras los precios del vehículo usado, como ocurre en el mercado japonés, caen a medida que la demanda retrocede debido a la recuperación en la producción de automóviles nuevos.
Las cifras europeas evidencian una clara expansión del sector de la automoción, fuertemente castigado por la subida de los tipos de interés (carestía de la financiación) y por la propia inflación. Hay que tener en cuenta que la subida de precios, además de repercutir en el propio producto, merma la capacidad de las familias para asumir una inversión como la compra de un vehículo (la segunda mayor después de la compra de la vivienda) y, por ende, retrae la demanda.
En la UE se aprecia un aumento significativo en las matriculaciones de turismos, con 803.188 unidades vendidas, lo que representa un crecimiento del 17,2 % con respecto al año anterior. Todos los principales mercados de la Unión crecen de forma sólida durante abril, con Italia (+29,2 %) y Francia (+21,9 %) a la cabeza.
En España, las plantas de los distintos fabricantes instalados en el país produjeron 831.984 unidades entre turismos y vehículos comerciales e industriales durante el primer cuatrimestre de 2023; lo que supone un incremento interanual del 15,7%, según los datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).
Solo en abril se ensamblaron 173.702 unidades, el 3,2% más en términos interanuales; lejos del aumento del 30,8% registrado en marzo. Pese a todo, la patronal automovilística española subraya que las cifras siguen el 15,2% por debajo de los niveles previos a la pandemia.
Por lo que respecta a la matriculaciones, en los cuatro primeros meses del año, los españoles han matriculado 312.314 turismos y todoterrenos. Eso supone un incremento del 33,7%, aunque aun queda lejos de los ritmos y volúmenes de ventas previos a la pandemia, que se situaban por encima de las 100.000 unidades en el mes de abril.
Coches más caros
El precio medio de los vehículos vendidos en España, impuestos incluidos, se situó en abril en 23.549 euros, lo que supone una subida interanual del 3,5%. Para el primer cuatrimestre del año, la media en precio es de 23.390 euros, el 6,4% más.
Si se excluye el impuesto de matriculación, el precio de los coches sube en abril el 3,7%, (22.836 euros), mientras que en los cuatro primeros meses de este año sería del 6,6% (22.653 euros).
Al cierre del primer cuatrimestre, las matriculaciones de coches alcanzaron los 7.070 millones de euros, con un 31,8% de progresión interanual. En abril, la base imponible se situó en 1.620 millones de euros, un 3,3% más que los 1.342 millones de euros del mismo mes del ejercicio anterior.
Este explica que la recaudación por el impuesto de matriculación -tasa transferida a las comunidades autónomas-, se sitúe en 230 millones de euros al cierre del primer cuatrimestre del año; lo que supone el 25% más que en el mismo período de 2022.
Según datos de la Agencia Tributaria, los ingresos públicos por esta tasa se situaron en 50,61 millones de euros en abril, lo que supone un descenso del 4,3% en la comparativa interanual.
La cuota media pagada por la compra de un vehículo en concepto de impuesto de matriculación fue de 737 euros hasta abril, el 1,2% más que en el mismo periodo del año anterior.
En el primer trimestre de este año, el mercado de automóviles de la UE ha crecido el 17,8% anual hasta los 3,5 millones de automóviles matriculados. A pesar de la mejora interanual, las ventas aún siguen el 22,8 % por debajo de las de 2019, lo que pone de relieve la lucha constante del mercado de automóviles de la UE.
La subida de los precios de venta de los vehículos no es sino el reflejo del aumento en los costes de producción. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el precio industrial de fabricación de los vehículos de motor en España aumentó el 5,9% en abril.
Solo la fabricación de carrocerías para vehículos de motor, de remolques y de semirremolques se encareció el 4,7%; mientras la producción de componentes, piezas y accesorios lo hacía el 2,9%.
Desarrollo europeo
Otro de los grandes componentes del precio final está relacionado con la investigación y desarrollo (I+D) que los fabricantes de automóviles realizan. Según los últimos datos de Eurostat, la inversión en I+D del sector muestra que la industria europea ha vuelto a encarrilar las inversiones en investigación y desarrollo tras crecer el 8,9% en 2021 frente a la caída del 2% provocada por la pandemia.
La UE se mantiene como líder mundial en inversiones en I+D por parte del sector automotriz orientadas en su inmensa mayoría a la transformación hacia los vehículos eléctricos y la digitalización. Según los indicadores de la la oficina estadística de la Unión Europea, la inversión en I+D está muy concentrada en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
Hay que tener en cuenta que, además de contar con una de las legislaciones medioambientales más exigentes del mundo, la Unión Europea cuenta con importantes actores de I+D en esta industria implantando en varios de sus estados miembros. De hecho, las mil principales empresas de la UE incluyen un número sustancial de pequeñas y medianas empresas (PYME) en los sectores de la salud y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), con un crecimiento de su I+D en 2021.
La evolución del sector, una de las industrias clave de la UE, se ha convertido en un problema político. Habida cuenta de las crecientes exigencias ambientales para un bien de uso diario de los ciudadanos, las regiones europeas que cuentan con instalaciones automovilísticas han expresado su preocupación a instituciones como el Parlamento Europeo.
De hecho, la llamada Alianza de Regiones expresó a finales del mes pasado su preocupación por el futuro del sector, como ese caso de la presidenta navarra, María Chivite, que, ante el Comité Europeo de las Regiones pidió un plan de reindustrialización para esta industria en Europa, dado que, dijo: ”La transición verde y digital implica un giro de 180 grados en la actividad de estas empresas", de ahí la necesidad de apoyar a "pymes y pequeñas empresas que, si no, desaparecerán”.
Hay que tener en cuenta que, solo en España, el sector del automóvil da empleo a 578.900 personas en todas sus actividades --fabricación, venta y reparación--, lo que supone 23.300 puestos de trabajo más en comparación con el mismo período del año anterior.