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El pre­si­dente de honor del Círculo de Empresarios ex­pone el de­te­rioro alar­mante del país

John de Zulueta presenta en Madrid 'España fallida', uno de los ensayos del momento

El pró­ximo jue­ves, 25 de mayo, a las 19.00 ho­ras, en el Auditorio Abante

La España fallida.
La España fallida.

John de Zulueta, pre­si­dente de honor del Círculo de Empresarios, pre­sen­tará en Madrid su en­sayo 'España fa­lli­da', en una con­fe­rencia bajo el tí­tulo «Cómo el fra­caso de las élites nos ha con­ver­tido en un país irre­le­van­te». El acto tendrá lugar el pró­ximo jue­ves, 25 de mayo, a las 19.00 ho­ras, en el Auditorio Abante (Plaza de la Independencia, 6), en un diá­logo con Santiago Satrústegui, pre­si­dente de Abante.

"Que el IBEX-35 es la dirección en la sombra que maneja los hilos no deja de ser un lugar común, pero la realidad es diferente. Salvo honrosas excepciones, la comunidad empresarial española es pequeña, débil y más bien sumisa".

"Los partidos políticos y los gobiernos controlan demasiadas parcelas, empantanados en polémicas sectarias y cortoplacistas, mientras que las reformas estructurales imprescindibles se posponen indefinidamente"",

Frases e ideas como las dos anteriores puede encontrarlas el lector en el libro de John de Zulueta, España fallida, por el que desfilan personas íntegras y comprometidas o individuos que medraron en la cultura del capitalismo de amiguetes, se consignan éxitos parciales y fracasos reiterados.

La tesis de España fallida no es complaciente: la sociedad española está demasiado pendiente de que el gobierno resuelva sus problemas como un milagro, pero eso no va a ocurrir. Solo una ciudadanía adulta, activa y crítica puede forzar los cambios de los que depende nuestro futuro. La reforma de las pensiones, la formación e integración laboral de los jóvenes, la competitividad, la innovación, la seguridad jurídica y la estabilidad institucional no pueden esperar más.

De Zulueta afirma que «España necesita desesperadamente mujeres y hombres de Estado, pero también una sociedad civil fuerte y exigente con el poder». «No existen recetas mágicas para solucionar los defectos más graves de esta España fallida –prosigue–.

Se trata de poner énfasis en el futuro con una visión de más largo plazo: invirtiendo en tecnologías que fomentan la productividad, reeducando a nuestra fuerza laboral para afrontar los cambios tecnológicos, haciendo realidad una transformación digital efectiva, integrando la gestión masiva y automatizada de datos con big data, internet de las cosas, inteligencia artificial, machine learning, blockchain, informática cuántica y robotización.

Uno de los principales vectores de innovación tiene que ver con el desafío de la descarbonización. Promover energías limpias y eficientes en todos los procesos industriales, en el transporte, en nuestros hogares y en nuestra forma de vida exigirá enormes procesos de inversión, formación, conversión y tecnología».

«Quizá lo más importante sea elaborar y difundir una nueva narrativa sobre la globalización, la tecnología y los negocios capaz de inspirar confianza a los ciudadanos e ilusión por el futuro. Esto es una cuestión de liderazgo no solo político. La verdadera unión de Europa es nuestra única esperanza. Tenemos que homologar nuestras leyes, nuestra política y nuestra fiscalidad a este nuevo entorno histórico», señala el autor de España fallida.

«España forma parte de Europa y tiene el deber de organizarse según los principios de una democracia plena y avanzada. De momento, no estamos cumpliendo con ese deber», sentencia el empresario de origen estadounidense, que dice observar el panorama empresarial «con una perspectiva distinta a aquellos que han estado siempre ligados al sistema político y económico español»., concluye

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