Estos planes parecen estar convenciendo al mercado. La cotización de Naturgy se mueve en su mejor nivel desde 2005 con un perfil técnico claramente alcista, sin signo de debilidad a corto plazo.
La transacción, pendiente de las pertinentes autorizaciones, atribuye un precio de compra por el capital de ASR Wind de 536 millones, lo que se traduce en un valor de la operación de 650 millones, equivalente a aproximadamente 8 veces EV/Ebitda.
La compra de esta sociedad al fondo de infraestructuras Ardian supone un paso más en la consecución de los objetivos de la energética española, complementando a los más de 1.000 MW de proyectos renovables orgánicos actualmente en construcción en España, que se espera estén operativos antes del fin de 2024. La compañía asegura que el continuo crecimiento en capacidad renovable “permitirá respaldar la buena evolución de su amplia y creciente base de clientes".
Una operación consistente con los criterios de inversión de Naturgy, centrándose en tecnologías probadas en geografías prioritarias, manteniendo su disciplina financiera y criterios de rentabilidad.
ASR Wind dispone de una cartera eólica de "alta calidad" con 422 MW operativos, con una vida regulatoria media restante de seis años, diversificada en varias ubicaciones en España de alto valor y elevado recurso eólico y solar (Castilla La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Andalucía y Galicia) y cercanas a operaciones existentes de Naturgy.
Los activos se traspasarán sin personal, por lo que presentan "importantes sinergias" al integrarse en las operaciones próximas del grupo. En este sentido, Francisco Reynés, CEO de Naturgy, ha destacado que estos activos "tienen un excelente encaje estratégico, cumpliendo los parámetros de inversión, demostrando que la disciplina financiera y el crecimiento inorgánico son compatibles para poder crear valor".