Con los tipos ofi­ciales al 3,7%, los hi­po­te­cados vuelven a pagar la fac­tura de la ines­ta­bi­lidad eco­nó­mica

Las hipotecas, a lomos del euribor: 200 euros más de cuota por cada 100.000 prestados

En el caso de los prés­tamos más al­tos, el in­cre­mento po­dría rondar los 600 euros men­suales

Euribor
Euribor

Marzo ha sido el es­ce­nario de un au­tén­tico pol­vorín de in­quie­tudes eco­nó­mi­cas, me­didas deses­pe­radas e in­sos­pe­chadas alianzas de los po­deres mo­ne­ta­rios mun­dia­les. Todo ello apenas ha ser­vido para calmar al eu­ri­bor, que vuelve a rondar el 3,7% y ame­naza con per­forar los bol­si­llos de los hi­po­te­cados con subidas de hasta 600 eu­ros. El in­di­cador su­pera una vez más la marca es­ta­ble­cida en fe­brero, que llegó al 3,534%.

Lo que implica que los hipotecados, que no ganan para sustos en los últimos tiempos, tendrán que pagar más por sus préstamos. En concreto, las hipotecas que se revisen anualmente experimentarán un encarecimiento respecto a marzo del año pasado de unos 200 euros por cada 100.000 euros prestados, según los cálculos de las asociaciones de consumidores. Trasladado a un crédito de 150.000 euros, este incremento se traduce en 300 euros más de cuota.

Esto significa que los préstamos de mayor capital, aquellos que se acercan o alcanzan los 300.000 euros, se dispararán hasta casi 600 euros más al mes. Números que no sólo anuncian estrecheces para los usuarios, sino que auguran tiempos oscuros para el mercado hipotecario en su conjunto, pese a los ilusorios 'brotes verdes' aparecidos la semana pasada.

Un repunte engañoso

El pasado 28 de marzo, nuestro compañero Quesada Vargas desenmascaraba el modesto repunte en la inscripción de hipotecas difundido por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Aumentó el número de operaciones un 2,9% interanual, hasta llegar a las 35.000, y también se incrementaron el importe medio y el capital prestado.

Sin embargo, el texto publicado en Capital Madrid revelaba, apoyándose en declaraciones de expertos, que repunte del número de hipotecas inscritas, que el repunte no se corresponde con el volumen a la baja de compraventas de vivienda, debido a factores coyunturales que hacen que cada mes de enero se acumulen muchas firmas de hipotecas. La subida es, por tanto, circunstancial, y sufrirá un ajuste acorde a la verdadera realidad del mercado y de la economía.

Los hipotecados pagan el pato de la crisis (otra vez) Según explica un informe de Funcas, "la escalada del euríbor ha suscitado una gran preocupación acerca del coste de las hipotecas y de la capacidad de los hogares para asumirlo. La perspectiva de nuevos incrementos de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), ante la presión de una tasa de inflación todavía alejada del objetivo, acrecienta esa inquietud".

El impacto de la subida energética, explica el estudio, sumado a la disrupción de las cadenas de suministro globales, ha obligado a los supervisores económicos a dar un giro en sus políticas, apegándose a las subidas de tipos para controlar la inflación. "Así pues, el euríbor a un año, principal referencia para los préstamos hipotecarios a tipo variable, ha pasado de los niveles negativos cercanos al -0,5 % que registraba a principios del pasado ejercicio, hasta valores superiores al 3,5 % en la actualidad", concluye.

Ante la zozobra, unidad

Marzo también vio el debacle de gigantes como Silicon Valley Bank y Credit Suisse no ha hecho sino estrechar el embudo, propiciando una singular alianza dirigida a evitar una catástrofe hipotecaria como la acaecida hace 15 años.

Tras la absorción de Credit Suisse por parte de UBS, el Banco de Canadá, el Banco de Inglaterra, el Banco de Japón, el Banco Central Europeo (BCE), la Reserva Federal (Fed) y el Banco Nacional Suizo (SNB) anunciaron una acción conjunta para garantizar la provisión de liquidez en los mercados. Esta noticia fue fundamental para evitar que el euribor se desbocase aún más, alejando -por el momento- los temores a un descalabro generalizado.

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