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La actividad fue buena en el primer trimestre, con nueve millones de nuevos clientes en los últimos 12 meses. El crédito y los depósitos subieron un 3% y un 6%, respectivamente, en el mismo periodo en euros constantes (es decir, sin fluctuaciones de divisas), lo que permitió el crecimiento del margen de intereses (+14% en euros constantes), impulsado por Europa y Norteamérica.
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Los ingresos por comisiones repuntaron un 7% interanual en euros constantes, con un buen crecimiento en pagos, Santander CIB y Wealth Management & Insurance, lo que refleja la fortaleza de los negocios globales y de red del grupo, que representan el 43% de los ingresos por comisiones y el 39% de los ingresos totales.
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La calidad crediticia se mantuvo sólida. Aunque las dotaciones aumentaron en los últimos doce meses, principalmente por la normalización en Estados Unidos, como ya se vio en trimestres anteriores, cayeron un 3% en euros constantes desde diciembre, mientras que el coste del riesgo se mantuvo bajo, en un 1,05%, por debajo del objetivo para el año (menos del 1,2%).
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La reciente junta general de accionistas aprobó un dividendo final en efectivo con cargo a 2022 de 5,95 céntimos de euro por acción, pagadero a partir del 2 de mayo de 2023. El dividendo total en efectivo cobrado a cargo de 2022 aumentó un 18% con respecto al año anterior, hasta 11,78 céntimos de euro. El consejo ha aprobado una nueva política de retribución que aumenta el payout del 40% al 50% del beneficio atribuido en 2023.
El banco va camino de cumplir los objetivos para 2023 presentados en febrero: crecimiento de ingresos a doble dígito; RoTE por encima del 15%; ratio de eficiencia del 44-45%; CET1 fully loaded por encima del 12%, y coste del riesgo por debajo del 1,2%.