Excluido el efecto del polémico gravamen temporal en España, 224 millones de euros contabilizados íntegramente en el primer trimestre, el beneficio atribuido hubiera alcanzado los 2.795 millones, un 10% más. Se confirma así que la tasa impuesta por el Gobierno a los beneficios caídos del cielo se ha comido buena parte del crecimiento de la entidad presidida por Ana Botín.
El TNAV, los recursos propios tangibles por acción, más el dividendo efectivo ha experimentado crecimiento del 5 % intertimestral. El retorno sobre el capital tangible (RoTE) fue del 14,4 %, o del 15,3 % si el impacto del gravamen se distribuyera a lo largo del año, lo que situá al banco en línea para alcanzar el objetivo del año. La ratio de capital CET1 ‘fully loaded’ se ha situado en el 12,2 % una vez descontado capital para pagar un ‘payout’ que crece al 50%.
Cifras muy positivas gracias a la intensa actividad de negocio del grupo, con nueve millones de nuevos clientes en los últimos 12 meses. Esta dinámica ascendente ha elevado un 3 % el crédito en el primer trimestre, mientras que los depósitos han crecido un 6 % en euros constantes (es decir, sin fluctuaciones de divisas) impulsando el crecimiento del margen de intereses (+14% en euros constantes), en especial en Europa y Norteamérica.
Declaración presidencial
Ana Patricia Botín, presidenta del Banco Santander, se ha mostrado muy satisfecha con estos resultados pues “el incremento de doble dígito de los ingresos, la mejora de la eficiencia y la buena calidad crediticia nos permiten alcanzar un retorno sobre el capital tangible del 14,4 %, por encima del 13,4 % de 2022, al mismo tiempo que mantenemos una gran fortaleza de balance”.
Entre tanto, la entidad sigue avanzando en simplificación y transformación comercial, “el creciente valor del grupo y nuestro negocio y red globales vuelven a quedar patentes en los resultados: el 39% de los ingresos procede de Santander CIB, Wealth Management & Insurance, PagoNxt y Auto”, ha destacado Botín. En este sentido, los ingresos por comisiones repuntaron un 7 % interanual en euros constantes.
Por su parte, la ratio de eficiencia del grupo mejoró hasta el 44,1 %, gracias a que el crecimiento de los ingresos superó al de los gastos operativos, pese a las presiones inflacionistas y las inversiones en tecnología y digitalización.
Otros aspectos destacables de la cuenta de resultados ha sido la solidez de la calidad crediticia, a pesar de las contingencias. Aunque las dotaciones aumentaron en los últimos doce meses, principalmente por la normalización en Estados Unidos, como ya se vio en trimestres anteriores, cayeron un 3 % en euros constantes desde diciembre, mientras que el coste del riesgo se mantuvo bajo, en un 1,05 %, por debajo del objetivo para el año (menos del 1,2%).
Eficiencia, baja morosidad y alta rentabilidad por dividendo
El fuerte repunte de la inflación ha provocado un aumento general de los costes (+11 %). No obstante, en términos reales los costes han caído un 1 % gracias a la mejora de la productividad y la gestión activa. Como los ingresos crecieron más que los costes, la ratio de eficiencia del grupo mejoró 90 puntos básicos, hasta el 44,1%, lo que sitúa a Santander entre las entidades más eficientes de sus comparables.
El balance se ha mantenido sólido, con la ratio de morosidad en el 3,05 %, tras bajar 21 puntos básicos en los últimos 12 meses y tres puntos básicos desde diciembre, gracias a la buena evolución de Europa, México y Digital Consumer Bank, mientras que la ratio de cobertura se mantuvo en el 68 %.
El coste del riesgo aumentó seis puntos básicos en el trimestre hasta el 1,05 %, por debajo del objetivo para el año (menos del 1,2 %). Las dotaciones bajaron un 3 % frente al trimestre anterior, pero crecieron un 33 % respecto a marzo de 2022 debido al proceso de normalización en Estados Unidos, una mayor cobertura de la cartera de hipotecas en francos suizos en Polonia y el aumento de las provisiones en Brasil, como consecuencia del aumento del crédito.
“A pesar de la reciente volatilidad”, ha apuntado Botín, “esperamos cumplir nuestros objetivos para 2023 tras lograr un incremento del 5% en el valor contable tangible por acción más el dividendo en efectivo por acción desde el inicio de año. Nuestros equipos siguen apoyando a los clientes y generando valor para los accionistas”. El pasado mes de febrero la entidad presentó unas previsiones de crecimiento de ingresos a doble dígito; RoTE por encima del 15 %; ratio de eficiencia del 44-45 %; CET1 “fully loaded” por encima del 12 %, y coste del riesgo por debajo del 1,2 %.
Por lo demás, la ha recordado que la junta general de accionistas aprobó un dividendo final en efectivo con cargo a 2022 de 5,95 céntimos de euro por acción, pagadero a partir del 2 de mayo de 2023. El dividendo total en efectivo cobrado a cargo de 2022 aumentó un 18 % con respecto al año anterior, hasta 11,78 céntimos de euro. El consejo ha aprobado una nueva política de retribución que aumenta el “payout” del 40 % al 50 % del beneficio atribuido en 2023.