Como parte de un apagado que comenzó en 2014 y justo en el día en el que Telefónica cumple 99 años, la operadora da el impulso definitivo a la renovación tecnológica de sus redes fijas para aumentar las prestaciones y la velocidad del servicio mientras se reduce el consumo energético y la huella de carbono.
El 19 de abril de 2024, exactamente dentro de un año y en la fecha en la que Telefónica cumplirá su primer siglo de vida, se habrá conseguido una reconversión de la red que incluirá el cierre de un total 8.532 centrales (5.203 cierres ya comunicados a los que ahora se añaden 3.329). Así, en el centenario de la compañía el apagado del cobre será efectivo para todos los clientes minoristas, que podrán disfrutar de una red de altas prestaciones.
“Telefónica continúa avanzando en su transformación para seguir siendo líder. El nuevo mundo digital pasa por nuestras redes”, destaca el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete. Y añade: “Telefónica es pionera en la aplicación de inteligencia artificial a las redes de última generación, y es una pieza clave en la descarbonización de la economía. El cierre de nuestras últimas centrales de cobre era otro compromiso de Telefónica, y Telefónica siempre cumple sus compromisos y está preparada para el futuro”.
Emilio Gayo, presidente de Telefónica España, afirma: “En Telefónica España tenemos el compromiso de ofrecer la mejor conectividad a todos nuestros clientes. Con la comunicación del apagado de todas las centrales de cobre y la decisión de dejar de dar altas en esa tecnología, avanzamos para disponer de una red fija 100% fibra”.
Clave para la digitalización
La red fija de Telefónica es un habilitador clave para la digitalización. Desde la transmisión de voz, las necesidades han evolucionado hacia los datos, que requieren redes más flexibles, dinámicas y seguras a fin de dar soporte a un consumo en constante crecimiento.
Para impulsar el desarrollo tecnológico y el avance hacia la ultraconectividad del país, Telefónica considera fundamental combinar la fibra de las redes fijas con la red móvil 5G, que cuenta ya con un despliegue que llega al 85% de la población en España y que cubre las capitales de provincia y poblaciones de más de 250.000 habitantes.
La fibra conlleva un aumento de velocidad, la mejora de la estabilidad de la conexión y en el ancho de banda, y también una significativa reducción en la latencia. Además, una sola central de fibra puede prestar servicio al mismo número de accesos que cuatro de cobre.
En este proceso regulado, se comunica a la CNMC la clausura de las centrales de cobre, que se van cerrando con posterioridad. En este momento se han cerrado ya 2.236 centrales de las 5.203 anunciadas a la CNMC. Con la comunicación de estas 3.329 centrales adicionales y el cierre de todas las ya comunicadas, se llevará a término el cierre oficial del servicio de cobre.
Senda de la sostenibilidad
La transformación de las redes adquiere especial sentido en términos de sostenibilidad. La red de fibra de Telefónica logra reducir el impacto ambiental (energía y otros recursos materiales) hasta el 94% en España, que es 18 veces menor que el cobre ante un consumo de datos equivalente. Esto se debe, en gran medida, a los esfuerzos previos de la compañía en términos de eficiencia energética, diseño e implantación de tecnologías e inversiones en renovables. Este compromiso de Telefónica discurre en paralelo al que se puede observar en redes móviles, con el paso del estándar 2G/3G al 4G/5G, con un impacto 7 veces menor por consumo equivalente.
Para Telefónica resulta prioritario mantener estable el consumo energético mientras aumenta el tráfico de datos. La red que la operadora pone a disposición de los consumidores está en continua evolución y avanza decididamente hacia la sostenibilidad: desde 2015, en España se han logrado reducir un 96% las emisiones de CO2 de sus operaciones (alcances 1 y 2) y un 12% el consumo energético, aunque el tráfico de datos se haya multiplicado por 4,7 en el mismo periodo.
Entre las iniciativas de gestión para la sostenibilidad, destaca el uso de energía renovable en el 100% de las operaciones, además de distintos proyectos de eficiencia y modernización de la red, como éste de la sustitución del cobre por la fibra. Así, la compañía progresa hacia las cero emisiones netas en toda la cadena de valor en 2040.