El grupo de energías renovables que preside Enrique Riquelme ha resultado ganador de una lucha en la que el empresario Miguel Zorita (Nox-Terramar) ha sido su mayor rival en la recta final del proceso; aunque no el único. Desde que, a principios de marzo, el juez abriera el plazo para ampliar sus propuestas, e incluso mejorarlas, los grupos que optaban a adquirir el conjunto de Abengoa fueron cinco.
Además de Cox Energy y la española Nox (propiedad de Miguel Zorita) asociada a la estadounidense Terramar; el listado lo conforman la oferta luso-británica formada por RCP y Sinclair Capital (la “mejor” en opinión del juez), la mexicana Ultramar y la española Urbas.
En este tipo de procesos es evidente que, como decía el piloto de Fórmula 1, Ayrton Sena, “el segundo es el primero de los perdedores”. Un papel que le ha correspondido esta vez al financiero y empresario especializado en el reflotamiento de empresas en crisis, Miguel Zorita.
De hecho, desde mediados del mes pasado, se daba como favoritos a Cox y Zorita, un antiguo alto cargo de entidades como el Banco Exterior, Deloitte España y Grupo San José. Hoy preside de Zima Capital y presidente Zima Equity Investments; aunque la oferta por Abengoa la ha defendido a través de una de sus sociedades patrimoniales, Nox. En dicha oferta se incluye la participación de la sociedad de inversiones estadounidense Terramar.
Por orden de ‘caída’, la inmobiliaria Urbas se ha llevado la ‘medalla de bronce’ pesa a estar involucrada en el proceso desde su mismo inicio. Tanto es así que la documentación presentada en el juzgado por Abengoa para solicitar la declaración de concurso de acreedores llevaba unida una oferta vinculante de compra firmada por la inmobiliaria.
Urbas, ha gestionado el proceso de adjudicación rodeada de polémicas por sus números frentes judiciales tanto en España como en Latinoamérica. El más importante es el frente judicial que varios de sus principales ejecutivos y accionistas tienen en la Audiencia Nacional donde deberán comparecer acusados de estafa por la Fiscalía Anticorrupción.
Tras la compañía que preside y controla (es el primer accionista) Juan Antonio Acedo han quedado aquellas ofertas que no presentaron mejoras en el plazo abierto por el juez hace más o menos un mes.
Es el caso del consorcio formado por Ultramar Energy, inicialmente asociada a Siemens Energy, aunque, finalmente, la multinacional alemana se desvinculó del proyecto. Según el juez, la oferta “adolece de carencias y aspectos no justificados (…) además de falta de credibilidad”.
Algo parecido ocurrió con la portuguesa RCP, aliado al fondo británico Sinclair que solo mejoró la tercera de las ofertas presentadas al juzgado. Sin embargo, ésta última acumula severas carencias como “falta de garantías, previsiones, justificación y objetividad”, tal como recoge el auto. Para el juez, la oferta de RCP y Sinclair es “la más atractiva” tanto por el perímetro de empresa como por el precio, los compromisos de pago y el tratamiento de los acreedores. Pese a ello, la oferta carece de plan de negocio, explicación de cómo pensaba instrumentar la compra de Abengoa y la financiación o el negocio a aportar, entre otros.
Plan creíble
Cox Energy asumirá los 206 millones de euros deuda y avales vivos de proyectos de Abengoa, así como otros 252 millones de deuda project finance. También se hará cargo de los 22,8 millones de euros de pagos pendientes a la Seguridad Social y garantiza el pago del 100% de los créditos privilegiados.
Pero detrás de esa decisión quedan meses de trabajo del juzgado y el administrador concursal centrados en el análisis de las cinco ofertas que llegaron a la fase final de la adjudicación. Las ofertas, además de la ganadora Cox Energy, fueron presentadas por la alianza hispano-estadounidense Nox-Terramar, la española Urbas, el dúo luso-británico RCP- Sinclair Capital y la mexicana Ultramar.
El grupo de renovables fundado y presidido por Enrique Riquelme pagará al menos 27,3 millones de euros con un mecanismo que permite incrementar esa cantidad más adelante. Cox, además, garantiza la amortización de la totalidad de los créditos privilegiados.
El presidente de Cox Energy, Enrique Riquelme, ha asegurado estar preparado para “comenzar una nueva etapa en la historia de Abengoa impulsando su crecimiento para volver a ser una empresa líder en el desarrollo tecnológico para la generación de energías limpias".
Cox se ha comprometido a realizar una aportación económica de tres millones de euros que irán destinados a "la compra de la unidad productiva". A esa cifra se añaden hasta otros 15 millones de lo que el juzgado define como "dinero nuevo", de los que 2,5 millones han sido aportados (para abonar las nóminas de febrero y afrontar pagos atrasados) por el grupo de Enrique Riquelme como "financiación interina" y depositados otros 5,5 millones.
El nuevo propietario mantedrá el empleo en Abengoa (9.505 trabajadores), y asegura el pago de un mínimo de 19,3 millones de euros de créditos privilegiados; tres millones en un pago inicial y el resto mediante el abono del 30% de lo que se ingrese en los "litigios asumidos"; además de asumir varios pasivos de project finance.
Para conseguir la adjudicación de la ingeniería andaluza Cox ha aprovechado ser la única oferta que solo ha contemplado “los saldos entre compañías únicamente refiere los de las sociedades en concurso, no todas las del grupo". Además, el juez ha tenido muy en cuenta el hecho de que Cox adelantara fondos para que pudieran pagarse las nóminas de febrero y algunos atrasos a la plantilla.
El juez Gabaldón destaca en su auto "el compromiso y la disposición demostrada con la aportación de liquidez, teniendo en cuenta la actividad y empleo que se garantizan, la liquidez ofrecida se muestra como suficientemente fundada, sólida, creíble y factible". Además, añade, de quedar demostrado también que la propuesta de Cox Energy es "posible llevarla a cabo, para lo que parece tiene capacidad, no incluyendo condiciones, como son las de las otras respecto de los créditos intragrupo, que por sí no hagan posible la aprobación".
Descarte de ‘despieces’
La decisión del Juzgado sevillano ha dejado también varios perdedores más; interesados en activos concretos y en jugar la baza del desmembramiento y de que “las partes de una empresa son más valiosas que el todo”. De hecho, el propio juez reconoce que los precios ofrecidos por alguno de estos activos han sido superiores a los precios ofrecidos en alguna de las ofertas por la totalidad de Abengoa.
Es el caso de Acciona Agua, iV3 Agua Corporation, Voltan Technical Services, Elecnor Servicios y Proyectos y dos personas físicas que han presentado ofertas por unidades productivas “formadas por elementos de una o alguna de las sociedades en campos concretos, el del agua, añade el auto del juez.
Las ofertas se han interesado por la filial brasileña del grupo, Abengoa Bioenergía Brasil y por activos o actividades de agua que, en el ‘mundo Abengoa’ están controladas a través de Abengoa Agua, Abengoa Water International; además de su filial Inabensa France.