La capitalización de la consultora tecnológica, que cotiza en BME Growth, ronda ya los 200 millones de euros frente a los 36 millones con los que salió a cotizar hace poco más de tres años. El grupo, además, ha anunciado su nuevo Plan Estratégico hasta 2027, fecha en la que espera alcanzar los 250 millones de ingresos totales y un Ebitda de 33 millones.
Se trata de un ambicioso plan de negocio, “avalado por una larga trayectoria de 26 años de crecimiento ininterrumpido en el que hemos superado con solvencia los retos que nos hemos planteado”, ha destacado Pablo Marín, presidente y CEO de Izertis.
La capacidad para incrementar de forma constante sus ingresos -los ha multiplicado por diez en la última década- refleja no solo la fortaleza financiera del grupo sino también el empuje para crecer por encima del sector de forma rentable y sostenible. Eso lleva a sus responsables a presumir de presentar siempre números en positivo a nuestros accionistas a lo largo de toda su historia.
Sin embargo, su crecimiento en Bolsa se ha frenado en seco en los últimos meses. Después de alcanzar máximos sobre los 9 euros hace ahora dos años, la acción ha entrado en una prolongada fase lateral en torno a los 8 euros de la que espera poder escapar pronto. En lo que va de año, la cotización retrocede algo más de un 2 %.
De momento, señalan los expertos técnicos, lo más importante es que en estos niveles ha conformado un suelo firme que parece evitar posibles recaídas. Sin embargo, tampoco hay señales de que vaya a despegar pronto, así que lo más aconsejable es mantener la posición si se está dentro y esperar si se está fuera pendiente de la evolución de sus cuentas en el arranque del año.