La ame­naza de nuevas subidas de tipos de in­terés pre­ci­pita su precio por de­bajo de los 2.000 dó­lares

El oro no logra batir sus máximos de hace tres años por el dólar

Sigue sin dis­pa­rarse, a pesar de la in­fla­ción, la es­casez en mu­chos sec­tores y las gue­rras

Oro y lingotes.
Oro y lingotes.

El oro no con­sigue dis­parar su co­ti­za­ción como los ma­nuales in­dican para una si­tua­ción como la ac­tual. Ni la in­fla­ción, ni la es­casez de pro­ductos en mu­chos sec­to­res, ni la mul­titud de gue­rras o ame­naza de con­flictos que se ciernen sobre el pla­neta son ca­paces de dis­parar la co­ti­za­ción del metal ama­ri­llo. El gurú de las ma­te­rias primas James Rickards ase­gura que el freno sigue siendo un dólar muy de­man­dado por los bancos para pagar sus ad­qui­si­ciones de tí­tulos pú­blicos es­ta­dou­ni­den­ses.

El oro registró una brusca caída el viernes, a consecuencia de las manifestaciones de un funcionario del banco central estadounidense, quien expresó la necesidad de otra subida de los tipos de interés. Dinero más caro equivale a una subida en el coste de la financiación de una compra en los mercados.

Christopher Waller, miembro del consejo de administración de la Fed, dijo a Associated Press el viernes que la inflación “sigue siendo demasiado alta”, aunque no especificó cuántos aumentos más apoya, asegura una publicación especializada. El mercado apuesta ahora por un nuevo alza de tipos de 0,25 puntos.

En cualquier caso, el precio de la onza troy (31,1 gramos de oro) había rondado los 2.030 dólares durante la semana, hasta que el miedo de los mercados desplomó esta cotización por debajo de los 2.000 dólares. El oro marcó precio de 2.069 euros en marzo del año pasado y su máximo histórico anotó los 2.075 dólares en agosto de 2020.

El oro se ha considerado como el valor refugio por parte de los inversores, siempre que se produce una crisis inflacionista. La evolución actual ha sido diferente, por la gran fortaleza manifestada por el dólar. En un principio, el subidón del dólar en los mercados se debió a dos factores, la guerra en Ucrania y el alza de tipos de interés acelerada por parte de la Reserva Federal para contener una inflación que no habían querido frenar cuando muchos meses antes habían constatado que algo estaba pasando en los precios de los fletes marítimos.

Demanda insuficiente

Rickards asegura que la inestabilidad se debe a que los bancos estadounidenses se encuentran comprando títulos del estado a espuertas y no disponen de garantías suficientes para avalar estas adquisiciones. Eso hace que tengan que pagar las compras en dólares. Esto mantiene elevados los precios del billete verde y frenan la cotización del dólar.

“La fortaleza del dólar ha sido impulsada por una demanda de garantías denominadas en dólares, principalmente letras del Tesoro de EE. UU., necesarias como garantía para respaldar el apalancamiento en los balances bancarios y en posiciones de derivados de fondos de cobertura. Esa garantía de alta calidad ha sido escasa. A medida que los bancos luchan por obtener garantías escasas, necesitan dólares para pagar las letras del Tesoro. Eso alimenta la demanda de dólares.

¿Hasta cuándo se mantendrá el freno al oro? Los expertos aseguran que debería marcharse por encima de los 2.000 dólares con rapidez. Y alcanzar los 3.000 y hasta un nivel mucho más elevado, del orden de los 5.000 dólares. Pero se trata de especulaciones. El tiempo y los acontecimientos geopolíticos y en los mercados de divisas dictarán sentencia.

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