La au­to­ma­ti­za­ción aca­bará con una cuarta parte de la oferta la­boral

La Inteligencia Artificial 'extinguirá' 300 millones de puestos de trabajo a corto plazo

El fu­turo es in­cierto para casi la mitad de las va­cantes en las áreas ad­mi­nis­tra­tiva y ju­rí­dica

Inteligencia artificial.
Inteligencia artificial.

Sí, la Inteligencia Artificial ame­naza con la ex­tin­ción del factor hu­mano; pero no a través de un ejér­cito de es­que­letos cro­mados o de agentes vir­tuales en­lu­ta­dos. Lo que hará será, sen­ci­lla­mente, dejar ob­so­letos a los tra­ba­ja­do­res, es­pe­cial­mente en al­gunas áreas más sen­si­bles al factor hu­mano, como son la ad­mi­nis­tra­tiva o el tra­bajo ju­rí­dico de pa­pe­leo. Tal po­dría ser la con­clu­sión más pe­si­mista de uno de los más re­cientes es­tu­dios sobre el im­pacto de la IA en el mer­cado la­bo­ral.

El meteórico desarrollo de esta tecnología, de mantenerse al ritmo actual, podría automatizar 300 millones de puestos de trabajo, en los que la mano del hombre dejaría de ser necesaria. El dato procede de un informe de Goldman Sachs, que señala los sectores administrativo y jurídico como los más expuestos al avance voraz de las 'mentes de silicio'.

Una realidad que afecta a todos

Los expertos del banco de inversión afirman que la práctica totalidad de los trabajadores verán cómo una parte sustancial de su trabajo, en mayor o menor medida, pasa a depender de alguna IA.

Estados Unidos y Europa serán las regiones más afectadas, con dos terceras partes de las vacantes laborales amenazadas por la automatización de los procesos y las tareas.

En EEUU, el 63% de la población activa mantendría su empleo e incluso se vería beneficiada, ya que verían parte de su jornada liberada para actividades más creativas; mientras que un 7% se enfrenta a la total sustitución por una u otra máquina. Al otro lado del Atlántico, el panorama sería más o menos el mismo.

El estudio señala que hasta el 46% de los empleos dentro del área admnistrativa están en riesgo, porcentaje que alcanza el 44% en el sector jurídico y el 37% en el de las ciencias físicas y sociales. Un vaticinio que encaja con el realizado por OpenAI (los creadores de la famosa IA de 'chatbox' ChatGPT), que recientemente publicó que los profesionales matemáticos, fiscales, financieros y lingüistas tienen un 100% de posibilidades de ser afectados por los avances en Inteligencia Artificial.

Poner diques al futuro

El doloroso impacto que puede tener la penetración de la IA en el mercado laboral ha suscitado un enconado debate entre algunas de las más destacadas voces del ámbito tecnológico. Recientemente, Elon Musk, CEO de Tesla y Twitter, se puso ala cabeza de un manifiesto que pedía la congelación durante seis meses en el desarrollo de lAs.

La carta abierta, firmada por 13.000 especialistas en tecnología, exigía que se llevaran a cabo protocolos legales y de seguridad adecuados antes de continuar con los avances, a fin de atajar "los profundos riesgos para la sociedad y la humanidad" que conllevaría la falta de control sobre este tipo de herramientas. esta visión contrasta con el enfoque de Bill Gates, fundador y cabeza de microsoft, que refutó los argumentos de Musk descartando que una "pausa" en el desarrollo de un determinado sector tecnológico vaya a suponer salvaguarda alguna para el género humano.

El magnate expuso públicamente que la IA "plantea preguntas difíciles", con un carácter disruptivo que hace sentir "incómoda" a la gente; pero en su opinión la primera medida que hay que tomar "es identificar las áreas difíciles". "No creo que pedirle a un grupo en particular que haga una pausa resuelva los desafíos", opinó el multimillonario y filántropo.

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