De hecho, la cifra de negocios consolidada ha rondado los 200 millones de euros tras experimentar un crecimiento del 17 %, con una clara mejora en todas sus divisiones. Cifras que ponen al grupo especializado en prótesis y equipamiento médico en el camino correcto para alcanzar los objetivos estratégicos fijados en su plan plurianual.
Este plan pasa por aumentar la participación en el mercado, ampliar la escala y mejorar la rentabilidad con el fin de alcanzar una cifra de ingresos de 300 millones en 2025. Para alcanzar este objetivo, Prim ha potenciado el crecimiento orgánico y también la política de adquisiciones selectivas, primando en las compras la rentabilidad y la aportación de valor para los accionistas.
Fruto de esta política han sido las adquisiciones de la sociedad Laboratorios Herbitas y del 20% de Aura Innovative Robotics, que afianzan la posición del Grupo en los campos de la podología y la robótica, así como la compra de Teyder y la sociedad italiana Easytech, que amplían la diversificación geográfica.
En este sentido, la compañía asegura que 2022 se convertido en un año clave para la puesta en marcha de los resortes necesarios para garantizar su crecimiento futuro. El grupo, además, no descarta seguir realizando compras, pues su sólida posición financiera le permite seguir buscando oportunidades de negocio, incluso a pesar de las turbulencias económicas del actual entorno macro.
Unos planes futuros que Prim busca explicar, tanto en términos financieros como de gestión de ESG, con la celebración en las próximas semanas de la II edición del Día del Accionista e Inversor, tras la buena respuesta cosechada en la edición del pasado año.
Sin embargo, este despliegue sigue sin convencer al mercado. En apenas un año, la acción ha pasado de máximos en torno a los 15 euros a deslizarse por debajo de los 11 euros. Corrección que ha enturbiado seriamente su perfil técnico.