El Mobile World Congress es­ce­ni­fica la vieja ba­talla por el pago del uso de la red

Pallete (Telefónica) abre la guerra entre operadoras y tecnológicas por el uso de redes

Más de 15.000 mi­llones anuales les cuesta ceder las redes a las cinco gi­gantes de in­ternet

José María Álvarez-Pallete, Telefónica.
José María Álvarez-Pallete, Telefónica.

Alejado ya de las pre­sen­ta­ciones de es­pec­ta­cu­lares gad­gets para la co­mu­ni­ca­ción, el Mobile World Congress (MWC) de 2023 ha ser­vido para es­ce­ni­ficar las algo más que di­fe­ren­cias que existen entre quienes fi­nan­cian, cons­tru­yen, man­tienen y operan las redes de te­le­co­mu­ni­ca­ciones y quienes las uti­lizan a coste para su propio ne­go­cio. José María Álvarez-Pallete, pre­si­dente de Telefónica, en­ca­bezó la re­be­lión de las cinco grandes ope­ra­doras contra las múl­ti­ples tec­no­ló­gi­cas, que ya les cuesta 15.000 mi­llones al año sólo en Europa.

Gigantes como Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft copan, según los cálculos avanzados por el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, el 60% de la capacidad de las redes que hay en servicio. Y apenas pagan más que el coste por ello a las grandes operadoras, como Telefónica, Vodafone y Orange.

El máximo responsable de la primera operadora española ya avanzó su posicionamiento días antes del encuentro sectorial en Barcelona. Durante la presentación de los resultados de Telefónica en 2022, Álvarez Pallete aseguraba que se trata de definir “qué redes queremos en Europa y para qué; qué tipo de infraestructuras queremos llevar a los europeos”.

Las grandes del sector han puesto de relieve el desequilibrio existente entre los que invierten en red y los que copan las capacidades -de forma gratuita- para hacer sus negocios. Si la semana anterior, el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, incidía en la necesidad de que la Unión Europea defina qué industria quiere y defina una normativa que diferencie entre quienes invierte en el desarrollo europeo y quienes no.

De hecho, el MWC ha servido de marco para que el sector de las telecomunicaciones ponga encima de la mesa las cifras de inversión que desarrolla desde hace décadas y los que tendrán que hacer con una mano atada a la espalda ya que solo rentabilizan el 40% de sus redes.

En Telefónica estiman que solo para cumplir los objetivos de la llamada ‘Brújula Digital de la UE’, faltarían 200.000 millones de euros adicionales de inversión.

Si la cifra no fuera suficiente, la máxima ejecutiva de Orange, Christel Heydemann, destacó lo que llamó las “inversiones masivas en red” llevadas a cabo por las operadoras de telecomunicaciones europeas: casi 600.000 millones de euros en la última década.

La propia Christel Heydemann aseguró que, frente a la dura competencia del sector y las necesidades de inversión que se avecinan, las operadoras tienen que asumir los 15.000 millones que, cada año, les cuesta que las cinco grandes tecnológicas no paguen ni un euro por copar el 60% de la capacidad de red europea.

El estallido de internet y su inclusión como herramienta de vida diaria en la ciudadanía mundial ha llegado a convencer a las propias tecnológicas de que la red ha de ser gratis. Una posición claramente ventajista habida cuenta de dos coas: ellos cobran por sus servicios y el resto de los usuarios de todo el planeta, sean personas físicas o jurídicas, pagan religiosamente su acceso y uso a la red de telecomunicaciones.

Europa prepara su red de futuro

Aunque esta ha sido una tradicional queja de las operadoras, la iniciativa de la Comisión Europea quel, liderada por el Comisario de Mercado Interior y Servicios, el francés Thierry Breton, ha abierto un periodo de consultas para conocer la situación del sector y sus necesidades.

Según Álvarez-Pallete, desplegar la red que necesitará Europa en las próximas décadas requerirá una inversión del entorno de los 300.000 millones de euros. Porque ya no se tratará de una red de hilo de cobre, una red 2G o 3G, o una de fibra óptica sino de una red de computación capaz de sostener potencias de procesado desconocidas hasta ahora con servicios como la computación cuántica, la ‘universalización’ de la tecnología blockchain y otras… “Como señalaba Álvarez-Pallete en la presentación de resultados de la compañía y luego recordó en el congreso barcelonés, “este es el mundo de la inteligencia artificial, el metaverso, del wi-fi 7, de la realidad virtual, la realidad aumentada. Es un nuevo mundo que necesita redes distintas”.

En ese sentido, la consejera delegada de Orange destacaba que “las empresas de telecomunicaciones se enfrentan a la presión de los inversores para exprimir su capitalización mientras se enfrentan al crecimiento exponencial del tráfico, concentrado principalmente por un puñado de actores digitales”.

Incluso el Gobierno español, a través de la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, se ha posicionado del lado de las telecos para pedir a Bruselas una reforma legislativa «cuanto antes» para conseguir que las tecnológicas paguen por el uso de la red. En opinión de la vicepresidenta económica, resulta “evidente que el desarrollo de las nuevas infraestructuras necesita una inversión masiva por parte del sector público y privado. Todos los agentes -dijo- tienen que contribuir de una manera justa a su financiación”.

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