Como consecuencia del fallo en Chamartín, el AVE de Renfe desde Valencia (donde se ha celebrado la junta de accionistas en la mañana del viernes) hacia Madrid con salida desde la estación valenciana Joaquín Sorolla, se ha detenido en la estación de Cuenca. Un momento que ha generado grandes dudas y ha llevado a algunos pasajeros a abandonar el tren para tomar diferentes taxis hacia la capital.
Uno de los directivos de CaixaBank ha comentado que quizás no era buena idea pero que la decisión permitía, a modo de broma, cambiar incertidumbre, en ese entonces no se sabía cuando iba a arrancar el tren, por seguridad.
Para su desgracia, su hipótesis se hacia realidad. Tan solo unos minutos después el tren reiniciaba de nuevo su marcha, aunque con la duda de si iba a entrar por Chamartin o por Atocha en función del caos.
Para colmo de males, sus asientos han sido inmediatamente ocupados por los empleados de la entidad que también viajaban hacia Madrid. Algunos de ellos, sindicalistas que no han dudado en criticar al consejo por ser los primeros en abandonar el barco.