Con casi todas sus líneas de negocio mostrando buenos niveles de crecimiento, las ventas de la compañía de seguridad han crecido un 19,3 %, hasta los 4.147 millones de euros, mientras la rentabilidad de las operaciones (Ebita) se ha situado en 291 millones con un incremento del 30,7 %.
Cifras fruto del buen desempeño y el sólido modelo de negocio de Prosegur, incluso en condiciones macroeconómicas adversas, lo cual refleja su capacidad de adaptación y de generar caja. El flujo de caja operativo se elevó hasta los 288 millones de euros en 2022 con un avance del 7 %, a pesar de los incrementos en consumo de circulante vividos a principios de año.
La deuda financiera neta a cierre del trimestre alcanzó los 1.106 millones de euros. El nivel de endeudamiento se mantiene en una ratio de deuda financiera neta sobre Ebitda de 2,3 veces. Este resultado, según han apuntado desde Prosegur, se da en un contexto de escalada de los tipos de interés, pero ante el cual, aseguran, la compañía presenta "una situación privilegiada" con un coste medio de la deuda corporativa muy bajo, en el 1,61%, y el 84% de la deuda a tipo fijo.
Con todo, el mercado esperaba algo más de ahí la intensa respuesta a la baja nada más conocerse las cuentas. El valor ha llegado a caer cerca de un 10 % desde la presentación de sus cuentas, invirtiendo la positiva tendencia marcada en los dos últimos meses en los que había recuperado más de un 15 %. Este retroceso que le ha llevado a perder la cota de los 2 euros ha enturbiado de forma notable su perfil técnico abriendo las puertas a nuevos recortes en el corto plazo.