La Comisión estará en condiciones de anunciar los términos que impondrá para autorizar la compra de la sociedad que preside Juan José Hidalgo bastante antes de que finalice el actual periodo legislativo comunitario. Esta posibilidad contrasta con el comentario del consejero delegado de IAG, Luis Gallego, que dijo con ocasión de la presentación de resultados del grupo el pasado mes de febrero, que el proceso para conseguir las aprobaciones regulatorias “podría extenderse alrededor de 18 meses”.
Aunque la Comisión finaliza en mayo del próximo año, con las elecciones al Parlamento Europeo de donde deberá salir el próximo ejecutivo, desde unos meses antes, Bruselas solo adopta las decisiones necesarias para mantener el funcionamiento ordinario de las instituciones.
Expertos en derecho comunitario que están en relación con la Comisión Europea por este caso, recuerdan que el proceso de análisis de la compra de Air Europa no parte de cero. Este es ya el segundo proyecto enviado a Bruselas por parte de IAG, pero los datos de las compañías y de las rutas afectadas es el mismo, por lo que una parte del trabajo para adoptar una decisión del colegio de comisarios está muy avanzada.
Los análisis de fondo por lo que atañe a las rutas afectadas y los parámetros económicos en los que se mueven las compañías están hechos. En cambio, falta una de las partes más delicadas como es el dar audiencia a los competidores, como Air France, KLM, Lufthansa… aunque su presión sobre el ejecutivo comunitario para que este proyecto no salga adelante viene de años atrás.
El Gobierno, perdido
En este sentido, funcionarios comunitarios, así como miembros del Partido Popular, consideran que el Gobierno español no ha puesto toda la carne en el asador para defender este proyecto tan importante para consolidar de España y de Madrid un centro de conexiones de ámbito global.
Para el ejecutivo comunitario, y para los principales competidores de Iberia a escala global, no hay duda de que la absorción de Air Europa por parte de IAG genera problemas claros de competencia. Fue la razón por la que Iberia tuvo que desistir en su intento anterior de compra de Air Europa. En algunas rutas internas esta competencia se reduciría hasta su casi desaparición. Los viajeros de vuelos domésticos españoles se quedarían sin alternativas, salvo alguna excepción gracias a alguna compañía low cost.
Será en las conexiones interiores donde deban producirse los principales cambios. Pero como expresaba uno de sus interlocutores a la responsable de competencia europea, Margrethe Vestager, entre los problemas que tienen tanto Iberia como Air Europa es que sus competidores no quieren hacerse con las líneas interiores de las que tendrían que desprenderse para no generar un problema de competencia y que las instituciones comunitarias aprueben su fusión.
Según las fuentes consultadas por capitalmadrid.com sobre este encuentro de personalidades europeas e iberoamericanas, los interlocutores de Vestager defendieron la idea de que el hecho de que los competidores no quieran hacerse con las rutas de las que deban desprenderse las compañías fusionadas, no debería ser una razón suficiente como para impedir este proceso de compra de Air Europa por IAG, en el que se van a seguir manteniendo las marcas individuales de Iberia y Air Europa.
El hub de Barajas
Una compra tan importante para la consolidación de Iberia y de Madrid como el centro de comunicaciones no solo hacia América sino también hacia Asia, donde se concentra la mayor parte de la población mundial y donde las compañías aéreas globales apuestan parte del futuro, no puede depender de una estrategia de no colaboración de la competencia.
Menores dificultades aparecen de cara a la decisión final por parte de Bruselas en cuanto a las rutas más importantes, las de Iberoamérica. Iberia y Air Europa seguirán teniendo grandes competidores europeos que ofrecen suficientes alternativas para los viajeros que quieren cruzar el Atlántico sin que tenga que temerse por un problema de concentración empresarial o de falta de competencia. Y es en estas rutas, y en el camino que se abre a Asia, en donde la compra de Air Europa resulta vital.