Los bancos centrales quieren dar señales de calma con subidas de tipos de interés pero las incertidumbres económicas se han acrecentado y las nuevas circunstancias monetarias han generado nerviosismo en los futuros de crudo. Los síntomas de la recesión han vuelto a aparecer y la inflación sigue descontrolada.
La apertura de China a las restricciones había provocado que el mercado del petróleo se estabilizase y que las previsiones sobre la demanda de petróleo se disparasen. Pero la intervención de Silicon Valley Bank, primero, y el rescate de Credit Suisse por parte de UBS, después, han bastado para que la situación monetaria se tambalee.
Si bien los bancos centrales europeos y la propia Reserva Federal estadounidense se han mostrado firmes en su política de subida de tipos como única vía para atajar la subida de precios derivada de la guerra de Ucrania, los inversores han echado el freno y desconfían de que la crisis financiera esté controlada.
Deshacer posiciones de compra
Ante los signos de incertidumbre de los mercados, operadores de crudo han comenzado también a deshacer posiciones de compras de petróleo por miedo a una nueva crisis económica. Tal circunstancia ha hecho que el precio del barril haya perdido fuerza y que la demanda de futuros de crudo haya caído.
Días antes de que se produjera la intervención de Silicon Valley Bank, el barril Brent del Mar del Norte se situaba en la banda de los 83 dólares y el pasado 17 de marzo llegó a bajar de un plumazo hasta los 71 dólares y ahora se sitúa en el entorno de los 74 dólares. Justo hace un año, la media del mes de marzo fue de 117,25 dólares, es decir, 46 dólares más caro que en la actualidad.
La mayoría de las casas de análisis preveían incluso un aumento importante de la demanda mundial de petróleo para este año, basándose precisamente en el despegue de China por su reapertura y las excelentes cifras de la actividad aérea y del turismo. De hecho, Morgan Stanley había aumentado su previsión del consumo de petróleo en torno a un 36%, apoyándose en estos dos aspectos. Pese a la guerra de Rusia y Ucrania, se esperaba incluso que el consumo mundial creciese 1,9 millones de barriles diarios frente a la previsión anterior de 1,4 millones.
Mayores reservas y menor demanda
La consultora energética Tempos Energía acaba de advertir, por su parte, de que el precio del crudo “ha roto el canal estable de precios” desde diciembre pasado que los situaba entre los 80 y los 90 dólares el barril. Las reservas de petróleo han aumentado y se encuentran actualmente en el nivel más alto de los últimos 18 meses, lo que hace que las compras de petróleo hayan caído.
Por otro lado, las huelgas de Francia están provocando que las refinerías del país galo hayan quedado bloqueadas y el consumo haya bajado. “La fluctuación del barril Brent dependerá de cuán exitosamente las autoridades puedan proteger los sistemas financieros en Europa y EEUU”, ha declarado el director general de Tempos Energía, Antonio Aceituno.
La próxima cumbre de la OPEP prevista para el 3 de abril no se presenta como una reunión en la que sus países miembros vayan a recortar la producción. Todo apunta a que el cartel esperará también a que se normalice la situación financiera.
Los pasos que pueda dar la Reserva Federal sobre la crisis bancaria y las decisiones del Banco Central Europeo en la política monetaria van a ser clave en el devenir de los mercados del crudo. El temor a Rusia ha perdido cierta fuerza y, de momento, la guerra del gas y el petróleo la ha perdido. El consumo de gas en Europa cayó el año pasado un 13%. Las importaciones de Gas Natural Licuado (GNL) han contrarrestado las compras de gas ruso.