La fusión, anunciada a finales de enero, tiene como principal objetivo la integración estratégica y operacional de las compañías tras venir operando de forma autónoma en sus respectivos ámbitos territoriales. De este modo, se creará un grupo de medios y entretenimiento paneuropeo destinado a competir y expandirse por nuevos países en toda Europa.
La ecuación de canje será de siete acciones de clase A de MFE por cada título de Mediaset. Para ello se emitirán nuevas acciones que empezarán a cotizar a partir de la fecha de efectividad de la unión.
Para aquellos accionistas que deseen el derecho de separación, es decir aquellos que se hayan opuesto a la operación, se ha establecido un precio 3,26 euros por acción. Entre las recientes desinversiones antes de formalizarse la fusión destaca la venta de la participación de Vivendi a MFE del 1,05 % del capital a un precio de 3,245 euros por un total de 10,7 millones de euros.
Las acciones de Mediaset venían cotizando en Bolsa desde mediados de 2004 cuando salió a cotizar a un precio de 10,15 euros para alcanzar máximos solo tres años después a cerca de 20 euros. A partir de ahí, el declive ha sido progresivo hasta los poco más de tres euros con los que se va a marchar ahora, dejando un mal sabor de boca a sus inversores.