Sus fuertes cimientos se asientan en tres grandes pilares: una clara apuesta por la innovación, la mejora constante de la eficiencia, una excelente gestión interna centrada en el trabajo en equipo. Eso se está traduciendo en unos sólidos resultados con un fuerte ritmo de crecimiento de la cifra de negocio que están aportando un claro valor al accionista.
Con el objetivo de mantener esta dinámica de generación de valor el grupo ha acometido importantes inversiones con la adquisición de compañías como Vendo y Ascaso que han venido a reforzar su posición en sus principales líneas de negocios, abriendo la puerta a nuevos negocios y canales de distribución.
De hecho, los responsables de Azkoyen no descartan volver a salir de compras si se presentan buenas oportunidades. Su principal enfoque a corto plazo sigue siendo preservar la rentabilidad con un crecimiento de los ingresos por encima de los dos dígitos y convertir el Ebitda en caja para poder financiar posibles operaciones.
El grupo cerró 2022 con un beneficio consolidado de 15 millones de euros, un 15,5 % más que un año antes con una cifra de negocios de 171 millones, un 23 % más, y un crecimiento del Ebitda del 24,1 %, hasta algo más de 28 millones de euros.
Su precio de mercado es además muy interesante. La acción apenas se ha revalorizado en este año, pero su perfil técnico sigue siendo netamente alcista. Según los expertos en gráficos, tiene una importante resistencia en las inmediaciones de los 6,6 euros por acción, pero si consigue romperla tendría un potencial de subida de más del 20 % hasta su siguiente resistencia sobre los 7 euros por acción, mientras que por debajo parece tener un sólido suelo en las inmediaciones de los 6,3 euros.