OPINIÓN

Caso SVB: la economía de mercado precisa también muletas públicas

La subida de los tipos de in­terés ha pi­llado a al­gunos bancos a con­trapié

Silicon Valley Bank.
Silicon Valley Bank.

Ésta 'nuestra que­rida España' de­vota, la de Cecilia de un lado y de otro la de Frascuelo y de María, con la mí­nima pre­sencia del Estado en la Economía (¡hay que ver como se han puesto hasta los in­te­lec­tuales por la reac­ción de Sánchez ante la huida de la cons­truc­to­ra!) se des­pierta una mañana con la no­ticia de que un banco es­ta­dou­ni­dense, SVB, ha en­trado en sus­pen­sión de pa­gos. Y al día si­guiente con otro aviso, el ejemplo del First Republic Bank...

Se pierde el soporte de los 9.500 de la bolsa de valores española y hasta puede que esta semana ni se mantenga el más próximo de 9.000, también perdido este dramático lunes. Todo lo ganado en tres meses considerados extraordinarios, tras una pandemia y la invasión de Ucrania, ha volado en 48 horas. Una caída que incluso es más acentuada que la generada por la agresión rusa.

¿Un covid financiero?

Esta vez los quebrantos pillan lejos, pero la onda llega a la UE, España incluida. El Silicon Valley Bank carece de liquidez para atender a la retirada de los fondos que reclaman sus depositantes. Un buen número de ellos empresas tecnológicas que precisan del dinero para pagar las nóminas y atender a la marcha de su actividad.

La Reserva Federal ha intervenido garantizando el pago a los depósitos asegurados, aquellos inferiores los 250.000 dólares. Pero estos depósitos garantizados por los contribuyentes vía Estado Federal representa tan sólo un 5% del total. Muchas tecnológicas, start-up en muchos casos, lo van a tener difícil sino ocurre como en el Reino Unido que algún gran banco privado se quede con el SVB y garantice el pago de las deudas.

¿Qué le ha pasado al SVB? Entre el cuarto trimestre del 2.019 y finales de 2021 sus depósitos crecieron hasta los 189.000 millones de dólares. ¿Dónde colocarlos para obtener rentabilidad y liquidez garantizada? En tiempos de bajísimos tipos de interés la deuda pública de los EE.UU se presentaba como un refugio seguro y con una rentabilidad superior a la ofrecida a los depositantes.

La inflación aparece bruscamente. No todos los economistas, incluso los mejores la han previsto. Los Bancos Centrales echan mano de sus protocolos estabilizadores. Suben los intereses con el propósito de recortar la demanda, pero entonces esos títulos de deuda del Tesoro a largo plazo ven como se desploman sus cotizaciones. El gran activo del SVB corre el riesgo de no cubrir las deudas con sus acreedores depositantes.

EL SVB vende su cartera con unas pérdidas de 16.000 millones de dólares. No hay dinero para pagar a los depositantes. La Reserva Federal proclama que el sistema bancario goza de excelente salud. Solo se trata de una manzana podrida. El resto del cesto esta sanísimo, pero los mercados no se fían del todo. Caídas pronunciadas en la bolsas americanas, asiáticas y europeas. Que se lo digan a los bancos españoles.

Y dale molino

Mucha más pupa que una subida de impuestos por beneficios extraordinarios. Privados y públicos se necesitan. Ya se vio cuando la crisis del 2.007-2009.

La credibilidad del sistema bancario puesta en duda por sus propios protagonistas. Los Estados no han intervenido, aunque quizá ha estado poco atentos en su cometido de supervisores. Habrá que recomponer el tejido empresarial del Silicon Valley, mientras se recupera también la confianza de los ahorradores e inversores. Y un gran interrogante, por otro lado, sobre ese protocolo de enfriar la demanda encareciendo el coste del dinero.

La quiebra del SVB no es una buena noticia en estos momentos de incertidumbre con amenaza de una recesión. Estado y empresas se necesitan, incluso en nuestra España, la de Ferrovial, Tamames y el BCE.

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