“Después de una leve desaceleración el año pasado, de un 2% en medio de la agitación de la crisis energética mundial y las condiciones climáticas excepcionales en algunas regiones, se espera que el crecimiento de la demanda mundial de electricidad se acelere a un promedio del 3% en los próximos tres años”, indica el Informe sobre el Mercado Eléctrico del próximo año
El estudio de la AIE prevé que el 70% del incremento de la demanda mundial de electricidad provendrá, durante los próximos tres años, de China, India y el Sudeste Asiático, aunque aún se mantienen ciertas incertidumbres sobre el consumo de China, es probable que con la contribución del gigante asiático, el consumo mundial alcance un nuevo record en 2025.
El director ejecutivo de la AIE Fatih Birol señala que el consumo de Japón se duplicará. “La buena noticia es que las energías renovables y la energía nuclear están creciendo lo suficientemente rápido como para satisfacer casi todo este apetito adicional, lo que sugiere que estamos cerca de un punto de inflexión para las emisiones del sector eléctrico”, señala el máximo responsable de la AIG.
Birol advierte que el mundo se encuentra en una situación en la que puede doblegar el dominio de los combustibles fósiles. “Los gobiernos ahora deben permitir que las fuentes de bajas emisiones crezcan aún más rápido y reduzcan las emisiones para que el mundo pueda garantizar un suministro seguro de electricidad mientras alcanza los objetivos climáticos”.
Desplazar combustibles fósiles
Los países se encuentran en un momento clave para desplazar los combustibles fósiles en ámbitos como el transporte, la calefacción y la industria. La AIG estima que el crecimiento significativo en Medio Oriente podrá compensar la caída de la generación de energía a base de gas natural.
El informe habla de la situación positiva en las energías renovables que, lejos de registrar una caída a consecuencia de la guerra, se están reactivando. “El fuerte crecimiento de las energías renovables significa que se prevé que su participación en la combinación global de generación de energía aumente del 29 % en 2022 al 35 % en 2025, con una caída de la participación de la generación a base de carbón y gas. Como resultado, la intensidad de CO2 de la generación de energía global seguirá disminuyendo en los próximos años”.
El informe se hace eco del problema energético que ha tenido Europa en los últimos meses por la guerra en Ucrania, que ha forzado a un mayor consumo de carbón y gas, mientras la sequía provocaba una disminución en la generación hidroeléctrica. “Este revés será temporal, ya que se espera que las emisiones de generación de energía de Europa disminuyan en promedio alrededor de un 10% anual hasta 2025”.