El Gobierno de Pedro Sánchez ha propuesto en Bruselas que el territorio vasco ubique uno de los dos depósitos subterráneos que proyecta el ejecutivo central si desde Europa dan el visto bueno para dar la financiación al respecto.
En los planes ante la UE
Este almacenamiento de hidrógeno, al que se sumará otro, todavía no tiene una ubicación predeterminada, pero lo que sí es un hecho que está dentro de los planes del gobierno nacional que quiere localizar estos depósitos de energía en la zona de la “Cuenca Vasco-Cantábrica".
Una decisión que no es al alzar y que responde a las condiciones especiales que necesita el hidrógeno: su simplicidad hace que no sea complicado que haya fugas durante su conducción, además de que es fácil que provoque la corrosión en otros metales. De ahí que se esté barajando el mezclar hidrógeno y gas natural en estos conductos y lo mejor es llevarlo a cabo en cavidades salinas como las que el Ministerio de Transición Energética ha encontrado no solo en Euskadi, sino también en la región cántabra.
Y es que la orografía y el escenario geológico de la comunidad autónoma vasca se presta a ello ya que cuenta con un buen número de diapiros salinos. Esto es, una especie de ‘bolsas de sal' que se localizan en mitad de una roca y que permiten que se almacenen materiales en su interior. Especialmente frecuente es su uso para guardar gas natural o petróleo por sus características propias.
De llevarse a cabo todo como se ha planteado desde Madrid, serán los pasos iniciales para el primer corredor de hidrógeno renovable de la Unión Europa. Pero, para que esto sea una realidad no solo es necesario recibir el presupuesto de Bruselas, sino que este mismo programa energético de la Comisión Europea acelere la tramitación, la regulación, así como facilitar todo tipo de ayudas para que el cambio de modelo energético sea el presente y el futuro.