La diversificación geográfica de los negocios del grupo ha compensado la caída del 19% que ha sufrido la actividad en el mercado energético español. El Ebitda aumentó un 10% hasta 13.228 millones de euros, gracias al crecimiento que han experimentado países como Estados Unidos y Brasil.
La utility que preside Ignacio Galán ha invertido en el pasado ejercicio unos 10.730 millones de euros, lo que representa un 13% más, una cifra histórica en la compañía. El 90% de las inversiones se han destinado a energías renovables y a redes.
Un año muy complicado
“En un año marcado por la crisis energética y las dificultades en las cadenas de suministro globales, hemos incrementado las inversiones un 13% hasta los casi 11.000 millones de euros para seguir creciendo en solidez, generando más actividad y empleo y reduciendo la dependencia delos combustibles fósiles”, ha declarado Galán.
La Unión Europea ha recibido el 38% del total de los cerca de 10.800 millones invertidos, de los cuales cerca de 3.000 millones de euros se destinaron a España y 1.200 millones se repartieron entre Alemania, Francia y Portugal.
Para este año, las inversiones esperan llegar hasta los 11.000 millones de euros, lo que permitirá aumentar la capacidad renovable instalada en 3.000 megavatios. La eléctrica alcanzó los 4.000 MW renovables operativos en 2022 y dispondrá de otros 7.767 MW más en operación en los próximos cuatro años.
Dividendo complementario de 0,31 euros
El consejo de administración propondrá a la junta general de accionistas un dividendo complementario de 0,31 euros por título que se añaden a los 0,18 euros abonados en enero pasado, lo que supone una remuneración total de 0,49 euros por título.
El flujo de caja operativo aumentó un 25% hasta los 11.123 millones de euros y una liquidez de 25.530 millones. Las divisas de referencia de Iberdrola han tenido un impacto positivo de 736 millones en el Ebitda y de cerca de 90 millones en el beneficio neto.