Si se compara estos datos con el reflejo nacional, en el resto del país la subida del salario en el caso de empleados con convenio es menor ya que no llega al 3%.
Acuerdos que rebajan la tensión laboral
Como parte de este empujón en los sueldos, aunque como es lógico no es debido solo a esto, se sitúa el protagonismo adquirido en las últimas semanas en el sector del metal en Vizcaya, donde la firma de su convenio laboral ha ayudado a ese incremento hasta el punto de que la subida salarial de media en Euskadi dobla a la de la media nacional en este sentido.
Un acuerdo por el que cerca de 50.000 trabajadores se benefician de la revisión de los sueldos que tenían el año pasado con una mejora del 6,5% del IPC con respecto al año anterior.
No se trata de un acuerdo baladí que solo atañe a este sector (que además ha logrado rebajar la tensión laboral vivida este pasado 2022, en algunos casos sin precedentes desde hace décadas, en algunas de las empresas más importantes de Euskadi).
La negociación colectiva en el País Vasco tiene dos pilares protagonistas como son el Metal de Vizcaya y el de Álava donde las condiciones que se negocian en ambos casos son mejores laboralmente a lo que ocurre en sectores similares del resto del país.
Mejora de la actividad industrial
Un peso, el de estos dos sectores, que además tiene su reflejo en el conjunto del tejido industrial de esta comunidad autónoma que durante los pasados 12 meses de 2022 incrementó su actividad en un 5,7%. Balance más que positivo que se reparte en los tres territorios vascos, pero con mayor incidencia en el vizcaíno donde ese porcentaje llega al 7%. Sin embargo, estos datos quedan algo empañados si hacemos un recuerdo a la situación vivida en 2021 cuando el crecimiento fue del casi el doble.
Pese a este último aspecto, en líneas generales, ese buen comportamiento de la industria en 2022 se debió sobre todo a las empresas dedicadas a la Energía y los Bienes de Equipo (fabricación de vehículos de motor, construcción de transporte ferroviario y su propio material, así como la construcción naval y aeronáutica) que mejoraron su previsión de crecimiento en un 11,2 y un 9,3%, respectivamente.