La referencia para fijar el precio de alrededor de 4 millones de hipotecas a tipo variable acaba de saltar a velocidad de vértigo el listón del 3,5% de media mensual en febrero. El índice vuelve a meter la sexta velocidad rompiendo la minitregua del arranque del mes. Y todo apunta a que llegar al 4% será una realidad dentro de este primer semestre del año. DonPiso es la última firma en sumarse a esta teoría.
Según DonPiso, “las entidades financieras se van a mostrar más cautelosas en sus estudios de solvencia a la hora de conceder hipotecas debido al empobrecimiento generalizado de la población debido al aumento de precios y la estabilidad de los salarios”. Es sólo el reconocimiento de una realidad que empieza a imponerse a toda velocidad en el sector financiero, que 'sotto voce' empieza a reconocer que el ritmo de concesión está en franco retroceso.
"Vamos a vivir un primer trimestre duro, muy complicado, porque la subida de precios de los préstamos está teniendo un efecto disuasorio sobre los potenciales compradores. Hay mucha menos demanda ahora, y además el precio de la vivienda no ofrece signos de flaqueza en las grandes capitales, donde se concentra la actividad. Se abre un período de 'impasse' que puede ser prolongado", señalan fuentes financieras.
A partir de ahora, la banca se va a debatir entre la necesidad de mantener viva la producción de créditos y la de no poner en riesgo sus niveles de morosidad en un entorno mucho más complejo. La cuestión es hasta qué punto se va a producir un aterrizaje suave en el actual escenario. De momento, la Asociación Hipotecaria Española (AHE) prevé que la contratación puede sufrir un descenso del 10% en 2023.
Cifras preocupantes
O, lo que es lo mismo, caer ligeramente por debajo de los 60.000 millones de euros. Una cifra que no se puede considerar como dramática, pero sí como preocupante, porque significa que estamos en pleno punto de inflexión después de un ejercicio 2021 extraordinario y de un 2022 de moderación. La diferencia entre ajuste suave y corrección determinará si hay o no recesión económica en el Viejo Continente.
También está en peligro la evolución de los saldos vivos. Es decir, del valor de las hipotecas que generan intereses para los grandes bancos. BBVA prevé una caída en 2023 por el aumento de las amortizaciones de préstamos de quienes quieren reducir el efecto de la subida del Euribor en sus hipotecas variables. Y los bancos también anticipan que las condiciones de acceso a las hipotecas se endurecerán más este año.
Según la Encuesta de Préstamos Bancarios del primer trimestre de 2023 del Banco de España, el sector prevé que la reducción de la demanda que se observó en el último trimestre del año pasado continuará en los tres primeros meses del actual. La imparable subida del Euribor y la mayor percepción de riesgo tanto de los potenciales compradores de viviendas como del sector financiero augura un ciclo de ajuste del negocio hipotecario ya se verá de qué intensidad.