La subasta de este martes venía marcada, otra vez, por una extraordinaria y creciente demanda. Los inversores particulares se quitan las Letras de las manos con una voracidad que tiene que ver no sólo con rentabilidades que entre los tres y los doce meses se sitúan ya entre el 2,18% y el 2,81%, sino sobre todo con la ausencia de competencia en otros productos financieros, que es total en la oferta de las entidades bancarias españolas.
En este punto, no hay un sólo depósito con sello español que mejore los tipos de interés de las Letras. No es extraño por lo tanto que los miles de inversores que no encuentran destino para su dinero en la gran banca estén destinando parte de su liquidez no remunerada a las Letras, que con el aval total del Estado están recuperando los altos de niveles de demanda de antaño, cuando eran la opción número uno del ahorro conservador.
Como ahora
Apenas un par de bancos europeos cuyos depósitos se contratan 100% 'online' a través de plataformas especializadas mejoran la rentabilidad de las Letras a 12 meses -en el resto de los plazos no hay competencia- , lo que convierte a estos productos en una opción imbatible ahora. Tanto que la demanda ha colapsado las compras a través del Banco de España, que ha tenido que recurrir a la cita previa para canalizar la avalancha de órdenes.
"Además, en estas últimas semanas se ha producido un parón en la oferta de depósitos", señalan fuentes del sector, que recuerdan que el Tesoro tiene puente de plata para seguir colocando títulos ante el escaso atractivo de las rentabilidades de sus competidores. Los particulares que no pueden comprar directamente a través del Banco de España pueden recurrir a los fondos ultraconvervadores que invierten en deuda del Estado.
Mapfre y Mutua madrileña
Algunas entidades como Mapfre y Mutua Madrileña están lanzando productos (o reforzando los ya existentes) para dar salida a esta demanda creciente. El Tesoro ha recibido órdenes de compra por valor de 1.100 millones de euros en lo que va de año, casi tres veces más que en todo 2022. Una fiebre que no va a remitir a corto plazo, porque si la gran banca vuelve a retribuir los depósitos lo hará en dosis muy pequeñas, casi testimoniales se puede decir.
"No vemos a la banca trasladando mucho más allá del 25% de la subida oficial de tipos a la remuneración de sus depósitos. Yo no esperaría rentabilidades de más allá del 0,75% a finales de este año en el mejor de los casos. Por lo tanto, el camino está expedito para que las Letras del Tesoro y en mucha menor medida los depósitos de alta rentabilidad de la banca extranjera sigan acaparando la demanda", señalan fuentes bancarias.
En la subasta de Letras de martresy, la fuerte demanda esperada y las expectativas de tipos de interés determinarán las nuevas rentabilidades a tres y nueve meses, que parten desde el 2,18% y el 2,83%. En la puja de letras a 6 y 12 meses, el tipo de interés de este último plazo -en el que se concentra la demanda- se redujo desde el 2,98% hasta el 2,81%. Habrá que ver si se repite la historia en los períodos más cortos.
El jueves llegará el turno de las obligaciones a siete años, de otras con una vida residual de nueve años y ocho meses y otro grupo más con una vida residual de cuatro años y cinco meses con un objetivo de captación entre los 5.500 y los 6.500 millones de euros. Una triple cita a la que el Tesoro llega con todas las garantías de éxito. De momento, no hay competencia alguna en el resto de productos alternativos.