La autoridad monetaria y supervisora ha indicado que, en todo caso, el endurecimiento de los criterios de financiación fue "más moderado" de lo que las entidades habían pronosticado hace tres meses. Asimismo, respecto a las perspectivas para el conjunto del primer trimestre de 2023, las entidades esperan que se produzca una "contracción generalizada" de la oferta y demanda de crédito.
El endurecimiento de condiciones y criterios de aprobación para los hogares responde, fundamentalmente, al aumento de los riesgos percibidos. Estos están vinculados al deterioro de las perspectivas económicas generales y del mercado de la vivienda, así como al empeoramiento de la solvencia de los prestatarios y a una menor tolerancia al riesgo de las entidades.
También se debe a que los costes de financiación soportados por las entidades financieras crecieron durante el cuarto trimestre de 2022 y había una menor disponibilidad de fondos. El proceso de normalización monetaria (la subida de los tipos de interés) habría contribuido a esta situación.
En el caso concreto de los préstamos para consumo y otros (a diferencia de los destinados a vivienda), Banco de España ha indicado que las entidades financieras han destacado una menor tolerancia al riesgo para reducir las concesiones. También un aumento de los riesgos relativos a las garantías solicitadas.
Dentro de los segmentos analizados, la demanda de créditos por parte de las empresas no financieras fue la única que aumentó, a pesar de que se registraron endurecimientos similares en los criterios de aprobación y las condiciones generales.
El incremento ha sido leve y es resultado de efectos contrapuestos. De un lado, las empresas han registrado más necesidad de financiar existencias y capital circulante, así como refinanciar deuda y que se ha captado menos financiación a través de emisiones de renta fija. Por el contrario, esto se ha visto compensado por una menor demanda por los tipos y que las necesidad de invertir en activos fijos han caído.
Euríbor: subida interanual de 3,8 puntos
El Euríbor medio durante el mes de enero de 2023 se ha situado en el 3,337%, a la espera de que Banco de España confirme esta cifra preliminar, lo que supone un alza de 3,8 puntos porcentuales respecto a enero de 2022.
La tasa de referencia para este martes, según informa Asufin, ha sido del 3,412%, acercándose a la media de diciembre de 2008, cuando la tasa alcanzó el 3,452%. Hace un año estaba situada en el -0,477, por lo que en los últimos 12 meses se ha elevado en algo más de 3,8 puntos porcentuales.
La tasa de referencia podría sufrir un nuevo repunte durante el mes de febrero, ya que esta semana se reúnen tanto el Banco Central Europeo (BCE) como la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) con la previsión de subir los tipos de interés.
Asufin ha alertado que esta tasa podría escalar hasta el 4% en los próximos meses y ha alertado que las medidas adoptadas por el Gobierno "no son neutrales desde el punto de vista económico", ya que el aplazamiento de la deuda encarece el préstamo.
Con la media del 3,337% registrada en enero, una persona que tenga contratada una hipoteca variable a 30 años de 150.000 euros y con un diferencial del 0,99% más Euríbor sufrirá un aumento de su cuota hipotecaria de alrededor de 294 euros. En términos absolutos, pasará de pagar unos 450 euros a unos 744 por mes, lo que equivale a un desembolso anual adicional de más de 3.500 euros.
Con las mismas condiciones, una hipoteca de 300.000 euros de capital pendiente de amortizar y 30 años pendientes de pago tendría que asumir un encarecimiento mensual de 588 euros, lo que supone más de 7.000 euros al año adicionales.