La firma de inversión estadounidense rebajó su estimación de precio objetivo en septiembre a 6,4 euros por acción, muy por debajo de su cotización con recomendación de infraponderar ante los elevados riesgos de recesión en el sector inmobiliario europeo.
Los resultados de los nueve primeros meses del año parecía darles la razón a estos analistas. El beneficio de la cotizada española se desplomaba un 98% hasta los 12,5 millones de euros al salir mal parada en la comparación de 2022 debido en gran medida a las plusvalías de 222 millones que contabilizó el año pasado.
El mercado también recogía con cierta preocupación el ajuste a la baja de la valoración de sus activos. No obstante, una segunda lectura de sus cuentas ha puesto de manifiesto una ligera mejoría tanto desde el punto de vista financiero como operativo. Un aspecto que, junto al dividendo de 0,20 euros brutos a abonar el 12 de diciembre y la mejora de las recomendaciones, estaría animando a los operadores a tomar posiciones con vistas al cierre de ejercicio.
A principios de mes Deutsche Bank iniciaba la cobertura sobre el grupo inmobiliario español con recomendación de comprar tras fijar su precio objetivo en 11 euros por acción con un potencial de revalorización de más de un 20 %. A esta mejora se ha sumado en estos días Goldman Sachs con una valoración de 10,2 euros con recomendación de comprar.
Este conjunto de factores explica el intenso rebote protagonizado por el valor en las últimas semanas, rompiendo la dinámica bajista que venía manteniendo este año y situándose en puertas de romper una importante resistencia sobre los 9,2 euros por acción. De conseguirlo cerraría el ejercicio en máximos anuales y recuperaría de nuevo un perfil alcista.