.
A inicios de 2023, Ecuador era uno de los países donde las firmas españolas contaban con elevar su presencia, según ‘Panorama de la inversión española en Iberoamérica’ de IE University. España fue en 2021 segundo inversor en el país, aunque con montantes inferiores a los dirigidos a los grandes mercados. Y es el segundo inversor europeo en stock, con 1.800 millones.
En Ecuador operan, en áreas clave como energía, alimentación, infraestructura y turismo, firmas como Acciona, Mapfre, ACS, OHLA, Sacyr, CAF, Globalia, Isabel, Pescanova, Indra, Iberia, Inditex y Mango. Telefónica decidió irse tiempo atrás y Repsol saldrá tras 20 años. Las empresas españolas generan 20.000 empleos.
Noboa, empresario de 35 años e hijo de la mayor fortuna del país, Álvaro Noboa asumió con una popularidad del 60%, pese a ser casi un desconocido antes de las elecciones. Su idea básica es la generación de empleos de calidad alentando la inversión y un mayor crecimiento económico, lo que ayudaría a combatir la inseguridad en un momento en el que Ecuador registra la mayor ola de violencia de su historia por el narcotráfico. Su elección fue saludada por empresarios y mercados y el riesgo país cayó 91 puntos tras su victoria.
Diversificar la economía
En su programa se indica que “Ecuador ha experimentado un crecimiento relativamente lento en comparación con otros países de Latam, lo que puede estar vinculado con los altos niveles de criminalidad, en particular los crímenes violentos, debido a la falta de oportunidades económicas, la desigualdad social y la infraestructura y servicios públicos deficientes”. Para Noboa, que quiere diversificar la economía y dejar la dependencia del petróleo, la inversión interna y externa es esencial para el crecimiento y la creación de empleo y puede ayudar a fortalecer la dolarización. “Atraer IED es factor crucial”.
Para cumplir su programa, al menos en parte, tendrá apenas año y medio, el tiempo que restaba al mandato de su antecesor, Lasso: hasta principios de 2025, por lo que no le sobra el tiempo para que sus reformas tengan impacto perceptible. Y según los analistas no lo tendrá fácil, ya que afronta enormes retos.
El tiempo juega en contra de Noboa, que baraja presentarse a la reelección. Su primer desafío será combatir la enorme y creciente delincuencia: si no se frena será difícil atraer inversión. Además, Noboa afronta una Asamblea Nacional muy fragmentada y necesitará alianzas y apoyos que le permitan mayorías puntuales en un Congreso donde Revolución Ciudadana (correísmo) tiene el mayor número de escaños, pero lejos de la capacidad de veto. Los expertos le piden pragmatismo y realismo para no crear frustración.
Reducir el desempleo es el objetivo central del programa económico de Noboa, para lo que elevará la inversión en sectores estratégicos como agricultura, turismo, renovables y tecnología, y plantea mejoras en educación; un mayor desarrollo de infraestructuras e impulsar la creación de pymes y otorgarles apoyo financiero. Su plan indica que el desarrollo de infraestructuras para generar empleo es clave. Y prevé un plan de desarrollo de infraestructuras, centrado en transporte, energía y agua y saneamiento, cuya financiación se realizará a través de una combinación de fondos públicos y privados.
Cinco ejes
Junto a este primer eje, se sitúa la protección de la dolarización, a través de una gestión de las finanzas “efectiva” (fortalecimiento de la disciplina fiscal y equilibrio entre ingresos y gastos públicos); un aumento de las reservas internacionales; la promoción de la inversión; el control de la inflación y un aumento de la productividad para promover la estabilidad y el crecimiento. La dolarización, adoptada hace 23 años, ha conseguido estabilizar el nivel de precios interno y cuenta con el respaldo del 90% de la población.
En este punto, una de las estrategias del plan es atraer más IED, lo que “puede proporcionar capital, crear empleo, facilitar la transferencia de tecnología, estimular la competencia y ayudar a diversificar la economía”, así como establecer alianzas estratégicas con empresas internacionales para impulsar la reactivación. “Esta colaboración permitirá mejorar productividad, competitividad y calidad de los productos ecuatorianos, así como ampliar mercados de exportación”. En especial fomentará la inversión en sectores productivos y de alta tecnología, como industria 4.0, energías renovables y economía circular.
El tercer pilar lo constituye la agricultura, ganadería y pesca y la modernización del sector primario a través del programa integral ‘Plan Nacional de la Semilla’. El cuarto punto de su plan de trabajo es la actualización del salario mínimo para mejorar las condiciones de vida y la creación de empleos de calidad.
Finalmente, se enfocará en el aumento de los incentivos tributarios dirigidos a sectores estratégicos; la transparencia en su concesión; la creación de un entorno empresarial atractivo y seguro; el fortalecimiento de la cooperación internacional y mayores sanciones a quienes usen paraísos fiscales para evadir impuestos. Su programa señala que la promoción de la inversión pasa por “la simplificación de trámites, reducir la carga burocrática y la mejora de la seguridad jurídica”. Asimismo, planea constituir un Fondo de Inversión para Jóvenes Emprendedores con apoyo de un capital inicial.
El presidente defiende la creación de una entidad auditora independiente de la deuda pública, que se eleva al 40% del PIB; el fortalecimiento de la administración tributaria, ya que “la capacidad de recoger los impuestos de manera eficiente y efectiva es crucial para reducir la evasión fiscal e impulsar el crédito en el país. El FMI prevé para Ecuador un crecimiento del 1,4% y el 1,8% en 2023 y 2024, tras el 2,7% de 2022. El PIB creció el 3,1% en 2021 tras caer el 7,8% en 2020. El déficit fiscal es del 4% del PIB y la IED arribada al país, que creció a 811 millones en 2022, registra un fuerte retroceso en 2023. Para enderezar la situación, Noboa ha elegido al empresario Juan Carlos Vega como ministro de Economía y Finanzas, si bien aún no ha tomado posesión.