Una dinámica negativa que el grupo constructor y de servicios confía en cambiar pronto. Un primer paso ha sido la positiva calificación recibida por la agencia japonesa de medición de riesgos crediticios Japan Credit Rating Agency.
La firma, la agencia líder y con mayor cuota de mercado en Japón, ha otorgado un rating de BBB+ con perspectiva estable. Ello permitirá a la cotizada española diversificar fuentes de financiación y acceder a un universo mayor de inversores en el país del Sol Naciente.
Todo ello basado en las buenas expectativas tras confirmar su objetivo de Ebitda para este año que incluye un Ebitda de entre 1.200 y 1.300 millones de euros de Acciona Energía, la contribución de Nordex y un sólido crecimiento del resto de los negocios.
La compañía, además, está estudiando posibles desinversiones con carácter oportunista para el año que viene con el fin de encajar su política financiera Investment Grade en el punto más alto de inversión dentro del ciclo actual de crecimiento, así como optimizar su cartera de activos, y cristalizar valor.
Por último, el grupo prevé superar la parte alta del rango de inversión de 3.200 millones de euros netos inicialmente previsto. Una aceleración de la capacidad inversora que se centrará en proyectos rentables como Forty Mile en Canadá o la construcción de Aldoga en Australia, entre otros grandes proyectos.
Argumentos suficientes, aseguran los analistas, para que la compañía retome al menos el rumbo hacia los máximos del año pasado sobre los 200 euros por acción, aunque alcanzar esos niveles se antojan palabras mayores a corto y medio plazo.