Si baja más que el resto será porque el ín­dice es­pañol lo ha hecho mejor en 2023.

Los mercados descuentan una legislatura turbulenta y superan la investidura de Sánchez

La fuerte in­ter­na­cio­na­li­za­ción de los 'blue chips' es­paño­les, dique de con­ten­ción

Bolsa de Madrid
Bolsa de Madrid

El ruido de fondo que ha acom­pañado en las úl­timas se­manas al pro­ceso que va a desem­bocar en la in­ves­ti­dura de Pedro Sánchez como pre­si­dente del Gobierno no ha pa­sado fac­tura al Ibex 35. El se­lec­tivo se ha mo­vido al ritmo de los grandes ín­dices eu­ro­peos en los días malos y en los bue­nos, aten­diendo a otros fac­tores más uni­ver­sales como los grandes datos macro o las pistas sobre el fu­turo de los tipos de in­te­rés.

Este martes, sin ir más lejos, voló un 1,71% tras el dato del IPC en Estados Unidos y la contracción del PIB en la zona euro. En realidad, la investidura de Sánchez estaba descontada desde el pasado mes de octubre, por lo que los expertos creen que no hay razones para esperar un castigo a la bolsa española cuando se confirme. Por el contrario, creen que el selectivo seguirá por su propio carril, y que si lo hiciera peor que la media sería por factores de mercado. Como el italiano, el mercado español lo ha hecho mejor que el resto en 2023.

El secreto está en el sector bancario, que en ambos países se beneficia más que el resto de la subida de márgenes provocada por el alza de los tipos de interés en la zona euro. El Ibex llega a la investidura con una subida acumulada de casi el 17% este año y con los bancos e Inditex como grandes estrellas de la función. De momento, el factor político tiene un peso muy limitado y todo parece apuntar a que seguirá siendo así.

Hay un factor clave en el cierto 'pasotismo' de los grandes inversores internacionales frente a la bronca política suscitada por los acuerdos entre el PSOE y los independentistas catalanes. Y es creencia extendida entre los gestores que muchas de las empresas españolas no sólo están protegidas por la creciente aportación de sus negocios internacionales; también por la iniciativa de sus gestores.

"Ahí está la decisión de Ferrovial de trasladarse a Holanda o la advertencia de Repsol de que podría recortar inversiones en España si se mantiene el impuesto a las energéticas. Hablamos de grupos muy bien gestionados que tienen grandes inversores institucionales en el capital y que tienen una parte muy importante de sus negocios fuera de España. Desde este punto de vista estamos bastante tranquilos", señalan desde una gestora extranjera.

Los números cantan

Los números no engañan. Los negocios internacionales de las compañías del Ibex 35 ya suponían el 65% de las facturación total al cierre del primer semestre del año pasado. Es decir, más de tres puntos porcentuales por encima del mismo período del año anterior. Cifras que diversifican mucho el riesgo geopolítico y de inflación y que se extienden a un porcentaje muy significativo de las empresas de bandera nacionales.

En estos momentos, 14 empresas del selectivo consiguen más del 75% de sus ingresos fuera de España. Un buen antídoto contra medidas como los impuestos a la banca o a las energéticas, el tono agrio del gobierno socialista con la clase empresarial o la incertidumbre jurídica. En opinión de los analistas, estos factores no deben ser desdeñados, pero sí creen que su impacto es relativamente limitado.

"Hay que tener en cuenta que la bolsa española ya viene de un castigo histórico acumulado respecto a la media de los mercados europeos en los últimos años. Ahí ha pesado la inestabilidad política y ciertas medidas arbitrarias del Gobierno que han puesto en guardia a los fondos. Desde ese punto de vista, ese es un asunto muy descontado, salvo que el nuevo Ejecutivo tome nuevas decisiones muy controvertidas", señalan en un gran bróker nacional.

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