Al acto sí asistieron el Rey Felipe Vi, que abrió la sesión, y el presidente del Partido Popular, Alberto Nuñez Feijóo, que utilizó el foro para echar un cable a las reivindicaciones de los empresarios familiares, que componen casi un 60% del tejido económio de este país.
La ausencia de Sánchez está vez podría justificarse por encontrarse de viaje de estado como presidente de turno del Consejo Europeo. Aún asíi a los empresarios les hubiese gustado expresarle, de forma directa, "mirándole a la cara", como confiesa a capitalmadrid.com uno de sus dirigentes, algunas de sus principales reivindicaciones e inquietudes.
Pero tampoco este año pudo ser, pese a que, como sus dirigentes explican, no se trata de un foro menor. La empresa familiar, que en España comprende tanto grandes, pero sobre todo medianas y pequeñas, suponen el 70% del empleo y en el entorno del 60% del PIB.
Si el momento es de incertidumbre en la política mundial, en España esta incertidumbre política, se ve agudizada a falta de un mes para que el rey Felipe VI deba convocar nuevas elecciones, que tendrían que celebrarse el 14 de enero, si antes del 27 de noviembre Pedro Sánchez no ha conseguido los suficientes apoyos para aprobar su investidura.
En cuanto a la situación económica, la incertidumbre en España no es menor. Aunque el Gobierno presume del pulso de la economía, no hay comparecencia donde la su vicepresidenta primera y ministra de Economía y Transformación Digital, Nadia Calviño, no hable de España como locomotora económica de Europa.
Percepción diferente
Sin embargo, la percepción de los empresarios no es la misma. Ponen de ejemplo los datos más recientes. El último de ellos son las estadísticas del INE sobre las ventas de las empresas, cuyos resultados en agosto, los últimos conocidos, evidencian una agudización de su caída de hasta el 6,7%. Es su mayor descenso en dos años y medio. Cuando hablan de las exportaciones, recuerdan que estas acumulan cinco meses de caídas, anticipando un frenazo de la economía.
Los empresarios querían utilizar la oportunidad para hacerle llegar al presidente del Gobierno su opinión y sus propuestas para poder aprovechar más y mejor los fondos europeos de los que faltan por conceder y ejecutar todavía el grueso de los mismos. De hecho, según la patronal, el 80% de los empresarios se ha quedado fuera de estas ayudas europeas del Plan de Recuperación.
Por supuesto, quieren conocer qué tiene previsto hacer el Gobierno con todas las medidas provisionales de apoyo, que el Ejecutivo ha concedido a las empresas, para tratar de evitar las consecuencias de la pandemia de la Covid-19 y de la Guerra en Ucrania. Guerra a la que ahora hay que añadir el conflicto entre Israel y Hamas. Sin olvidar la desbocada inflación que les impide la competitividad.
Y por supuesto, están muy interesados en conocer la respuesta del presidente sobre las reivindicaciones fiscales de la empresa familiar que vienen planteando desde hace años, no solo a este gobierno, y que consideran no han sido atendidas hasta ahora, sobre todo en el ámbito de los impuestos sobre Sucesiones y Donaciones. Pero hay más, también quieren saber qué va a suceder de cara al futuro sobre la imposición transitoria y gravámenes a la banca, empresas energéticas y grandes fortunas, políticas que les afectan directamente en su gestión y en la cuenta de resultados.
No menor es su preocupación por lo que pueda suceder en el ámbito político, sobre todo por las consecuencias jurídicas y económicas que puedan tener en el ámbito empresarial las cesiones que deba hacer Pedro Sánchez a los partidos independentistas para conseguir su investidura.
Tanto desde la CEOE, como desde el Círculo de Empresarios, ya han advertido de los riesgos de inseguridad jurídica que podrían producirse como consecuencia de estas negociaciones para que Pedro Sánchez pueda volver a ser presidente del Gobierno.
Temor por la inseguridad jurídica
La preocupación más reciente la expresaba el presidente del Círculo, Manuel Pérez Sala, para quien las exigencias de los independentistas al futuro Gobierno español a cambio de sus votos en la investidura, tendrán un efecto negativo para la sociedad y también será malo para la economía de nuestro país. Entre otras razones, porque fijará un antes y un después, agravando la “sensación de inseguridad jurídica en relación a los principios y fundamentos del Estado de Derecho” en España.
Para Pérez Sala, “no sabemos qué se puede aprobar en España para beneficiar a alguien que puede interesar al Gobierno que sea beneficiado; según su criterio, esa sensación de no saber qué va a suceder y en qué entorno jurídico nos movemos, es malo, para la sociedad y para la economía española”.
Para estos empresarios llueve sobre mojado. El deterioro de las relaciones del Gobierno con el empresariado español es notable y va a más, como evidencia la encuesta anual sobre la situación económica y sus perspectivas, de acuerdo con un sondeo elaborado entre 420 empresas, dado a conocer recientemente y del que ya se hizo eco capitalmadrid.com. En el mismo, el 76,6 % de los empresarios españoles muestran su preocupación por la caída de la calidad institucional o por la deficiente seguridad jurídica de que goza nuestro sistema legislativo.
Los empresarios sí tendrán la oportunidad de exponer sus inquietudes sobre la incierta situación política y económica al actual al líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. El sí tiene previsto aprovechar este encuentro para señalar cuales son, según su criterio, los principales retos económicos a los que se enfrenta España y sus propuestas para afrontarlos.
El PNV espera un nuevo gobierno de Sánchez
Pese a que el líder popular va a aprovechar su estancia en el País Vasco para visitar Guernica, después de su intervención en el Palacio Euskalduna y celebrar el 40 aniversario del estatuto vasco, está descartado que realice ningún nuevo intento para obtener el apoyo de los nacionalistas vascos.
Su presidente, Andoni Ortuzar, aseguraba en declaraciones a Radio Euskadi, que quiere facilitar la reelección del presidente en funciones, para lo que mantiene vías de contacto con todos los socios del candidato socialista. Ortuzar dice hacerlo porque no quiere “tensionar más la política española”. Tampoco quiere nuevas elecciones y confiesa que Carles Puigdemont no pretende forzar esa repetición electoral.
Si el acuerdo está tan cerca como estima el presidente del PNV para que Pedro Sánchez repita como presidente del Gobierno, todavía resulta más razonable la intención de los empresarios españoles de conocer sus nuevas propuestas económicas. Más aún, ante la probabilidad de que Nadia Calviño abandone el Gobierno para pasar a presidir el Banco Europeo de Inversiones, un cargo de segundo nivel en el ámbito comunitario, pero donde multiplicará su salario actual por más de tres veces.
Sánchez debe responder a la acusación que le han repetido los patronos españoles de que lo que ha hablado hasta ahora, ha sido más de un programa electoral de izquierdas, que un plan de gobierno que mejore la competitividad de las empresas españolas, uno de sus hándicaps principales.
Pedro Sánchez debe explicar como va a actuar para no dañar con sus decisiones la confianza de los inversores, tanto nacionales como extranjeros, para que no se reduzca el ritmo del crecimiento económico y la creación de empleo. Su papel como gestor y líder del Gobierno conlleva la exigencia de explicar y justificar sus decisiones y entre otros a los empresarios. Aunque el sector empresarial no sea su principal apoyo político, supone la base de la creación de la riqueza y el empleo, soporte de un Estado de derecho.