“Entre los diferentes minerales, el litio experimentó el mayor aumento de la inversión, un salto del 50%, seguido por el cobre y el níquel. El fuerte crecimiento del gasto de las empresas en el desarrollo de suministros minerales respalda la asequibilidad y la velocidad de las transiciones a energías limpias, que se verán fuertemente influenciadas por la disponibilidad de minerales críticos”, según asegura la AIE.
Los vehículos eléctricos, las turbinas eólicas, los paneles solares y otras tecnologías necesarias para la transición hacia las energías limpias han catapultado la extracción de minerales como el litio y el cobalto, que incrementaron su demanda un 70% durante el periodo entre 2017 y 2022, mientras que el niquel crecía un 40%.
“El mercado de minerales de transición energética alcanzó los 320.000 millones de dólares en 2022, y está destinado a un crecimiento rápido y continuo, lo que lo llevará cada vez más al centro del escenario para la industria minera mundial” indica el supervisor energético mundial.
"En un momento crucial para las transiciones hacia energías limpias en todo el mundo, nos alienta el rápido crecimiento del mercado de minerales críticos, que son cruciales para que el mundo alcance sus objetivos energéticos y climáticos", ha señalado el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.
Más esfuerzos
La Agencia Internacional de la Energía advierte que es necesario realizar un mayor esfuerzo para garantizar que las cadenas de suministro de minerales sean seguras y sostenibles. La materialización de los proyectos que existen en el mundo sobre los minerales críticos constituyen un respaldo a los compromisos climáticos.
Pero “el riesgo de retrasos en los proyectos y deficiencias en tecnologías específicas deja poco margen para la complacencia sobre la idoneidad del suministro. Y, en cualquier caso, se necesitarían más proyectos de aquí a 2030 en un escenario que limite el calentamiento global a 1,5 grados centígrados”.
La AIE indica que los tres principales productores de minerales críticos se mantuvieron sin cambios, con un incremento en la producción de níquel y de cobalto. El pasado año, Europa aceleró la reducción de su dependencia en cuestiones energéticas, no sólo de Rusia sino también de China. El gigante asiático cuenta con la supremacía en estas denominadas tierras raras, metales que resultan fundamentales en el camino hacia la sustitución de los combustibles fósiles.
España cuenta con las mayores minas de litio y de coltán del continente. Los suecos disponen del mayor yacimiento de tierras raras del continente en Kiruna, al norte del país.