Se des­co­noce la au­tén­tica di­men­sión de los con­ta­gios de Covid en China

Los valores turísticos arrasan en bolsa ajenos a los riesgos

Sólo los bancos man­tienen el ritmo al­cista de IAG, Meliá o Aena.

Melia Hotels
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Las bolsas eu­ro­peas están ha­ciendo un enorme ejer­cicio de en­tu­siasmo en este co­mienzo de 2023. Como si se hu­bieran guar­dado todas las fuerzas que no em­plearon en un di­ciembre gris, las co­ti­za­ciones han em­pe­zado el nuevo año a re­vien­ta­cal­de­ras. En España, bancos y em­presas tu­rís­ticas están ha­ciendo una au­tén­tica ex­hi­bi­ción, con va­rias subidas de dos dí­gitos en apenas cinco se­sio­nes.

Lo de las segundas es de nota. IAG, Meliá y Amadeus suben sin descanso en este arranque de año. Tras un 2022 para el olvido en el que sufrieron fuertes pérdidas situadas entre el 18% y el 23%, este trío de grandes valores se ha puesto en el foco de los inversores con la llegada del nuevo ejercicio. Los gestores creen que hay poco que perder tras los alentadores últimos datos macro de la eurozona.

"Vienen de niveles muy bajos que los convierten en una oportunidad si de verdad se confirma que se aleja el fantasma de la recesión en Europa. Son valores buenos, grandes y líquidos, que han sufrido mucho en un pasado muy reciente y que han sabido hacer bien sus deberes en los episodios más crudos de la crisis generada por el coronavirus, el alza de la inflación y la subida de los tipos de interés", señalan fuentes del mercado.

Además, cada uno de ellos ha demostrado con sus últimas cuentas que hay razones para pensar que las expectativas están mejorando. IAG ya sorprendió con sus últimos resultados, superando ampliamente las previsiones del mercado. Los ingresos siguen creciendo en paralelo al aumento de viajeros y el valor ha dejado de moverse en la montaña rusa: vuelve a brillar tras consolidar el rally posterior a los mínimos de 2022, en octubre.

Riesgo de euforia desmedida

Pero, como señalan fuentes bursátiles solventes, se podría estar generando una euforia desmedida que podría tener dos efectos más adelante. Primero, que estos valores se coman buena parte del potencial alcista esperado para todo el año. Y la segunda, más preocupante, que se puede producir una corrección de calado si pintan bastos. O dicho de otra manera, si se cruza en el camino algún cisne negro.

"Sorprende que el mercado esté obviando tanto la amenaza latente de China", señala un reputado gestor de una firma española que cree que la falta de información contrastada sobre los avances del Covid en el gigante asiático es un riesgo de primera magnitud. Bruselas ya ha pedido datos "más transparentes" sobre el ritmo de contagios y su gravedad.

No se trata de un asunto baladí. De hecho el CEO de Meliá, Gabriel Escarrer, señalaba hace poco que cabía esperar un 2023 esperanzador por, entre otras cosas, la reapertura del mercado chino. Aunque es pronto para hacer valoraciones contundentes, parece claro que no todo va a ser un camino de rosas para unos valores que suman casi 28.000 millones de euros de valor en bolsa tras un arranque de año que rompe las previsiones más optimistas.

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