El sector fi­nan­ciero de­berá apro­ve­char los altos tipos de in­terés para com­pensar

Santander y CaixaBank se sitúan entre los favoritos de analistas en la estrategia 'value' para 2023

Ambas en­ti­dades tienen he­rra­mientas para ab­sorber la mo­ro­sidad en caso de re­ce­sión

Banca en bolsa.
Banca en bolsa.

Para este año mar­cado por los altos tipos de in­terés y la ele­vada in­fla­ción, los ope­ra­dores de Bolsa están apos­tando por la es­tra­tegia `'value' y hacer frente así a las ve­lei­dades del mer­cado. Se trata de uno de los prin­ci­pales es­tilos de in­ver­sión, em­pleado para cla­si­ficar a las com­pañías por sus ca­rac­te­rís­ti­cas. La in­ver­sión por valor se centra sobre todo en aque­llos va­lores con múl­ti­plos de va­lo­ra­ción ba­jos, pero con un buen mo­delo de ne­go­cio, ca­pa­cidad de ge­nerar caja y una buena ren­ta­bi­lidad por di­vi­dendo.

En períodos de desaceleración económica como el actual, con precios altos y rentabilidad de los bonos al alza, las compañías “value” tienden a superar la media del mercado. Cuando hay problemas, los inversores suelen buscar refugio en los valores que son más capaces de capear los desafíos de un crecimiento económico más débil y de la aceleración de la inflación. Por eso, en momento como el actual, las mejores estrategias han sido las que se han basado en la alta rentabilidad por dividendo y de mínima volatilidad.

No en vano, las compañías “value” ha mostrado una evolución relativa muy positiva este año y aún, señalan los analistas, todavía cotizan con un descuento atractivo. Sin embargo, el riesgo de recesión está aumentando y eso implica presión sobre las previsiones de beneficios. Para detectar este tipo de valor, los operadores se centran en algunas características importantes como un bajo precio, si es posible por debajo del valor en libros, buena rentabilidad por dividendo, así como sesgo defensivo marcado por el beneficio y la capacidad de generar caja para sostener el dividendo. Por último, deberían verse beneficiadas por el actual entorno de subidas de tipos de interés.

La banca, con valor este año

Teniendo en cuenta todos estos parámetros, uno de los sectores donde más se puede encontrar valor para el próximo año es el bancario, a pesar de la presión impositiva a los denominados “beneficios caídos del cielo”, aunque este podría ser recurrido por las entidades financieras.

Entre ellas, Banco Santander que podría ser uno de los principales referentes de esta estrategia para el nuevo año tras cerrar 2022 prácticamente plano. Pese a la volatilidad sufrida, la firma presidida por Ana Botín se ha confirmado como el mayor banco español y de los pocos europeos considerados de importancia sistémica.

Todo ello gracias a un modelo de negocio consolidado y con una excelente diversificación geográfica que le ha permitido acumular un beneficio superior a los 7.300 millones de euros en los nueve primeros meses del año. Su rentabilidad por dividendo es además una de las más altas del Ibex 35 con más de un 8 %. Factores suficientes para pensar en la entidad como uno de los baluartes del mercado español para este año.

En este saco, los operadores también incluyen a CaixaBank. Aunque en su caso viene de registrar importantes alzas en 2022, su liderazgo en el sector tras la fusión con Bankia y su alta diversificación de ingresos la convierten en uno de las mejores opciones “value”. Cuenta con un modelo de negocio resiliente y sencillo con exposición a gestión de activos y seguros, además de su actividad principal de banca comercial.

Eso le ha permitido confirmar la positiva evolución de sus ingresos y su rentabilidad, con un objetivo de ROTE de un 12% para 2024. Este objetivo está basado en el aumento previsto del margen de intereses y el crecimiento de los ingresos de seguros.

A ello se une una sólida posición de capital tras la fusión con Bankia con una atractiva política de retribución al accionista. Prevé repartir 9.000 millones de euros en dividendos en el período 2022-2024 y su rentabilidad por dividendo actual supera el 5%.

Tanto en el caso del Santander como de CaixaBank, el principal riesgo para el valor sería una recesión profunda que provocara un fuerte aumento de la morosidad, escenario poco probable. En una recesión suave, ambas entidades están preparadas para absorber un aumento moderado de la morosidad sin poner en riesgo su objetivo de rentabilidad a medio plazo ni su política de dividendos.

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