ANÁLISIS

Descarta una re­ce­sión en su in­forme final sobre pre­vi­siones eco­nó­micas de enero

El FMI corrige a la baja las previsiones económicas del Gobierno para 2023 y 2024

El or­ga­nismo in­ter­na­cional es­tima un cre­ci­miento del 1,1 % para este año y del el 2,4 para 2024

FMI
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No habrá re­ce­sión. Lo des­carta el Fondo Monetario Internacional (FMI) que ha pre­sen­tado en la ma­dru­gada del mar­tes, en Singapur, el in­forme de­fi­ni­tivo sobre las pers­pec­tivas de la eco­nomía mun­dial para 2023, y en el que ac­tua­liza las de 2024. El or­ga­nismo mun­dial se cura en salud y apenas re­baja una dé­cima su es­ti­ma­ción previa sobre el cre­ci­miento en España en el 2023 y la sitúa en el 1,1 %, lejos del 2 % es­ti­mado por la vi­ce­pre­si­denta eco­nó­mica del Gobierno, Nadia Calviño y tam­bién por de­bajo del 1,3 % que pro­nos­tica el Banco de España.

El FMI también rebaja su previsión inicial para el año que viene. En este caso lo hace en dos décimas y sitúa el crecimiento español en el 2,4 % para el 2024.

La subida de los tipos de interés de los bancos centrales para combatir la inflación y la guerra de Rusia en Ucrania continúan lastrando la actividad económica. Así introduce el FMI su actualización de las perspectivas de la economía mundial, con revisiones a la baja del crecimiento para este año en España y Reino Unido, entre las economías avanzadas.

En el caso de Londres la corrección es de nueve décimas, por lo que el Reino Unido acabaría el año con una caída de su PIB del 0,6 % en el 2023 para volver a crecer un 0,9 % en 2024.

España, mayor crecimiento de la zona euro

Pese a ensombrecer sus previsiones actualizadas en la madrugada de este martes, el FMI sostiene que España conseguirá mejores resultados que el resto de las grandes economías europeas tanto este año como el que viene. Alemania, por ejemplo, crecerá solo el 0,1 %, Francia el 0,7 % e Italia el 0,6 %. España también se situará por encima de la media de la zona euro para la que se prevé un crecimiento en 2023 del 0,7 %.

España también registrará un mejor crecimiento en el 2024 que el resto de los grandes socios comunitarios. Alemania lo hará un 1,4 %, Francia el 1,6 %, Italia el 0,9 % mientras España lo hará hasta un 2,4 %. La media de crecimiento de la zona euro será del 1,6 %.

A nivel mundial, el FMI prevé que el crecimiento registre un descenso desde el 3,4% estimado en 2022, al 2,9% en 2023, para volver a repuntar hasta el 3,1% en 2024. Según el organismo con sede en Washington, el pronóstico para 2023 es 0,2 puntos porcentuales más alto que el que habían vaticinado en la edición de perspectivas de la economía mundial de octubre de 2022. También señala el FMI que, en todo caso, el crecimiento previsto será inferior a la media histórica (2000–19) de 3,8%.

La inflación caerá al 6,6 %

Según el FMI, “la rápida propagación de la COVID-19 en China frenó el crecimiento en 2022, pero la reciente reapertura ha desbrozado el camino para una recuperación más veloz de lo anticipado. Se prevé que la inflación mundial disminuya de 8,8% en 2022 a 6,6% en 2023 y a 4,3% en 2024, niveles aún superiores a los observados antes de la pandemia (2017–19) de alrededor del 3,5%”.

En el informe del FMI se descarta la recesión de ninguna de las grandes economías del mundo con la excepción mencionada del Reino Unido. Estados Unidos crecerá este año el 1,4 % y reducirá su crecimiento el 1 % en el 2024. También descarta una recesión en Rusia de la que estima un crecimiento del 0,3 % este año y del 2,1 % en el 2024. En el caso de China la estimación de crecimiento para el 2023 es del 5,2 % en 2023 y del 4,5 % para 2024.

Como elementos a tener en cuenta para comprender lo que ha sucedido en la economía el FMI señala que “la lucha mundial contra la inflación, la guerra de Rusia en Ucrania y el rebrote de la COVID-19 en China frenaron la actividad económica mundial en 2022, y los dos primeros factores seguirán haciéndolo en 2023”.

Como ha sucedido en los dos últimos trimestres en España, el organismo internacional apunta que “pese a los vientos en contra señalados, el PIB real fue sorprendentemente sólido en el tercer trimestre de 2022 en muchas economías, incluidas Estados Unidos, la zona del euro e importantes economías de mercados emergentes y en desarrollo”.

A la hora de explicar estos resultados sorprendentes en Estados Unidos señala que las causas han sido “factores internos: consumo privado e inversión privada más sólidos de lo previsto en un contexto de escasez de mano de obra y apoyo fiscal superior al previsto”.

Precisa que los hogares han gastado más “para colmar la demanda reprimida, sobre todo en servicios, recurriendo en parte a sus ahorros conforme las economías iban reabriéndose. La inversión empresarial aumentó para atender la demanda”.

En cuanto a la oferta, "las presiones sobre los precios de los componentes cedieron al aliviarse los cuellos de botella y al disminuir los costos de transporte, y eso permitió una reactivación de sectores que previamente habían enfrentado restricciones, como el automotor”.

A su vez señala que los mercados energéticos se han adaptado más pronto de lo previsto al shock de la invasión rusa de Ucrania.

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