Ferrovial planea cons­truir otro parque en aguas ca­na­rias tras su primer pro­yecto en Galicia

Iberdrola asiste, en primera fila, a la nueva guerra eólica marina

Con 90 Gigavatios en car­tera, la eléc­trica de Galán in­ver­tirá 7.600 mi­llones hasta 2025

Iberdrola, parque eólico.
Iberdrola, parque eólico.

Después de que Acciona ini­ciara la di­ver­si­fi­ca­ción en re­no­va­bles en el sector de in­fra­es­truc­tu­ras, treinta años atrás y cuando eso so­naba a ‘chino’, Ferrovial ha de­ci­dido plantar cara con una au­tén­tica ofen­siva en el desa­rrollo de par­ques eó­licos ma­ri­nos. En ca­beza hasta la fecha en in­ver­siones y po­tencia ins­ta­lada, Iberdrola asiste no sin cu­rio­sidad a la guerra desatada en el mer­cado de las ener­gías re­no­va­bles, al tiempo que com­parte riesgos con fondos e in­ver­sores fi­nan­cie­ros. La cues­tión ahora es cómo y cuándo se de­can­tará el reto lan­zado por la em­presa de los Del PIno.

Realizado el anuncio a finales del año pasado, para construir dos parques en aguas gallegas con mil megavatios (Mw) de potencia instalada, la compañía que preside Rafael del Pino ‘tantea’ ahora en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico el desarrollo de otro parque eólico marino de 195 megavatios frente a la isla de Gran Canaria.

Este será el cuarto parque que desarrollará la constructora que, hasta ahora, había centrado en los aeropuertos británicos su mayor palanca diversificada tanto de actividades como internacional. Ferrovial cuenta con otros tres proyectos en marcha, los parque CeltaI y Celta II (Lugo), con 495 Mw y 510 Mw de potencia respectivamente y el parque Creus (Girona) con 510 Mw; lo que da a la compañía una capacidad total de 1.710 Mw, incluido el parque canario, denominado Bandana.

La ofensiva de Ferrovial parece responder al impulso que la pionera en el sector constructor, Acciona, dio el verano pasado a la energía eólica marina a través de su filial especializada, Acciona Energía. La compañía presidida por José Manuel Entrecanales, sin este tipo de desarrollos en España, presentó hace unos meses ante las autoridades italianas un proyecto para construir seis parques eólicos con una capacidad instalada de 4.995 megavatios (Mw) con una inversión superior a los 14.750 millones de euros.

Iberdrola, mientras, observa con atención los movimientos del sector desde su posición de mayor operador eólico marino (offshore ,en la terminología internacional) del mundo. La compañía que preside Ignacio Galán ha consolidado la energía eólica marina como uno de sus principales líneas de crecimiento.

De hecho, al cierre del tercer trimestre del ejercicio pasado, la compañía con sede en Bilbao contó con 1.258 Mw offshore en operación y otros 5.500 Mw en construcción o asegurados con contratos a largo plazo, que entrarán en operación antes de 2027. Unos proyectos que elevan a cerca de 30.000 millones de euros las inversiones en esta fuente energética durante esta década en todo el mundo.

Crecimiento internacional

De hecho, a través de su filial Scotish Power, Iberdrola invertirá 22.500 millones en desarrollar 7.000 Mw en eólica marina en Escocia. En paralelo, la compañía española se ha asegurado la entrada en cinco proyectos similares en Filipinas (3,5 gigavatios de potencia) mediante una alianza con Triconti ECC Renewables, el mayor promotor eólico independiente de Filipinas.

La expansión en eólica marina ha llevado a la empresa española hasta el mar Báltico donde cuenta con tres parques en desarrollo que operará como un ‘hub’ integrado con el que gestionará más de 1.100 Mw de potencia instalada con una inversión total de unos 3.500 millones.

Tantear la diversificación en EEUU

En Estados Unidos, la empresa se hizo con más de 2.000 Mw de eólica marina en EE. UU., mediante la compra de Commonwealth Wind que suministrará energía a las compañías eléctricas del estado de Massachusetts. El proyecto, de 1.232 Mw, es la mayor instalación eólico-marina de Nueva Inglaterra.

Este acuerdo dio también el control de Park City Wind, un proyecto de 804 Mw en Connecticut, al que se une el 50% que ya controlaba en el parque Vineyard Wind 1 (800 Mw) también en Massachusetts, que entrará en servicio el próximo año para convertirse en el primer parque eólico marino a escala comercial que opere en ese país. Iberdrola estima que la inversión que realizará en los próximos años en su cartera offshore en Estados Unidos puede superar los 15.000 millones de dólares (13.800 millones de euros).

De hecho, esta fuente de energía es la que mayor protagonismo adquiere en el plan estratégico 2023-2025 que el equipo de Galán ha puesto en marcha. Según sus previsiones, los proyectos de eólica offshore captarán el 45% de los 47.000 millones de euros que prevé invertir en ese periodo. De ellos, 27.000 millones irán a redes y 17.000 millones a inversiones en renovables y, de ellas, el 45%; unos 7.650 millones se destinarán a eólica marina en todo el mundo especialmente en Francia, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos.

Según su propio plan estratégico, el 26% de las inversiones globales se realizarán en Estados Unidos, seguido por el Reino Unido (20%), España (18%), otros estados de la Unión Europea (25%), Australia y otros (6%) y Brasil (4%).

El interés por esta fuente de energía radica en que el ‘recurso eólico’ que existe en el mar es mayor que en tierra (hasta el doble que en un parque terrestre medio). Además, al instalarse mar adentro, el impacto acústico y visual -probablemente el que más criticas suscita- es mínimo, lo que permite aprovechar superficies muy extensas. Esa es la razón por la que los parques eólicos marinos tienen mucha más potencia que los terrestres y llegar a varios cientos de megavatios de capacidad instalada.

A eso se añade la facilidad del transporte marítimo, con pocas limitaciones respecto a la carga y las dimensiones en comparación con el terrestre. Eso ha permitido que los aerogeneradores marinos alcancen potencias unitarias y tamaños mucho mayores que los utilizados en tierra.

En la actualidad, Iberdrola tiene una cartera de 90 gigavatios (Gw) de energías renovables. De ellas, la energía eólica marina es la segunda tecnología con mayor protagonismo, con entrada en lo que la compañía define como “nuevas plataformas de crecimiento con gran potencial”, en las que incluye a Polonia, Suecia, Irlanda, Japón, Corea, Taiwán y Australia. Esa estrategia ha llevado a Iberdrola a contar con una cartera eólica marina de 31,7 Gw. La presión es alcanzar los 12.000 Mw en operación en 2030.

Artículos relacionados