Los ex­pertos creen que hay un op­ti­mismo ex­ce­sivo, que no se jus­ti­fica por el es­ce­nario micro y macro

La banca norteamericana aguanta el tipo pero no aleja el miedo a un tormenta en bolsa

La tem­po­rada de re­sul­tados arranca sin grandes so­bre­sal­tos, pero con mu­chas in­cóg­nitas

Bank of America
Bank of America

Los re­sul­tados de la banca es­ta­dou­ni­dense que se pu­bli­caron el viernes han sido re­co­gidos con un alivio muy poco di­si­mu­lado en las bolsas mun­dia­les. Las cuentas de JP Morgan, Citigroup, Bank of America o Wells Fargo no son para tirar cohe­tes, pero han man­te­nido el tipo. Sus cuentas no des­pejan todas las du­das, ni mucho me­nos, pero tam­poco las acre­cien­tan. De mo­mento, dejan el par­tido to­tal­mente abierto a la es­pera de que con­tinúe la tem­po­rada de re­sul­ta­dos.

Las provisiones se han llevado entre el 15% y el 40% de los beneficios de la banca estadounidense que, sin embargo, en líneas generales, superaron las previsiones de los analistas. No por mucho margen, pero sí por el suficiente para que no se enciendan las luces rojas. Como ocurre a este lado del Atlántico, la subida de los tipos de interés está elevando la rentabilidad del negocio crediticio. ¿Es suficiente para despejar las dudas sobre el futuro de las bolsas?

La respuesta es tajante: no. "Que JP Morgan haya dotado 1.400 millones de dólares para posibles pérdidas crediticias indica que se está descontando un escenario muy difícil en Estados Unidos a corto y a medio plazo. La entidad prevé que la primera economía del mundo sufra una recesión suave en 2023, pero no parece que las tengan todas consigo respecto a esa supuesta moderación de la actividad económica", señalan fuentes bursátiles.

En la práctica, y a la espera de que se active de forma inmediata la temporada de resultados en Europa, siguen muy al alza las apuestas por una corrección significativa en las bolsas. La alientan firmas estadounidenses como Bank of America, que cree que la pérdida de la tracción de la economía global es el enemigo número uno de unas bolsas que han empezado el año con un exceso de optimismo que preocupa a los más agoreros. Más dura será la caída, aseguran.

Sunida fuerte en España

El Ibex 35 ha iniciado el 2023 con una subida de casi el 8%. Y el Euro Stoxx 50 de los mayores valores de la zona euro avanza casi un 10%. "¿Qué ha cambiado respecto al último tramo del año pasado, cuando las bolsas estaban en encefalograma plano, incapaces de entrar en la tradicional fase de rally habitual cada fin de ejercicio? Nada, no ha cambiado nada. Creo que los índices se están pasando de optimistas", señala en una de las mayores gestoras españolas.

Máxime ante una temporada de resultados que se antoja muy exigente. BNP Paribas prevé caídas de alrededor del 20% en el Euro Stoxx 50 desde los niveles actuales con el argumento de que continuarán las revisiones a la baja de los beneficios que ya se dejaron notar en el trimestre anterior. Por lo tanto, el escepticismo de los analistas avanza a la misma velocidad que lo hacen unos índices bursátiles que podrían estar haciendo un acto de fe poco justificado.

Está claro que lo peor puede haber pasado en lo que se refiere a la inflación o la subida de los tipos de interés, pero eso no significa que las economías mundiales y sus mercados de renta variable no tengan que digerir un cambio de escenario pocas veces visto en la historia moderna. La cuestión es: ¿por qué tanta alegría en los mercados de acciones si los resultados están bajo cuestión y hay muchas más alternativas en renta fija?

La respuesta está en la todavía inconsistente mejora de las cifras de inflación a uno y otro lado del Atlántico. Pero casi todos los bolsistas coinciden en que es pronto para cantar victoria. ¿Cómo se pueden justificar subidas que se encaminan al 10% en las bolsas europeas en un entorno de márgenes empresariales decrecientes que difícilmente pueden justificas las actuales valoraciones? La temporada de resultados que arranca tiene la palabra.

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