Precisamente, el riesgo de la presión a la baja de la demanda había provocado una rebaja de valoraciones por parte de las grandes casas de análisis. JP Morgan redujo a mediados de noviembre su estimación de precio objetivo hasta los 24,5 euros por acción y Bank of America hizo lo propio en diciembre hasta los 25 euros por acción. En ambos casos recogían unos volúmenes respecto al precio del acero más débiles a medida que Estados Unidos y Europa se encaminan hacia la recesión.
No obstante, otros analistas siguen creyendo que, pese a las dificultades, la multinacional siderúrgica podrá seguir manteniendo los niveles actuales en el precio de las acciones, incluso ante posibles recortes de los beneficios. Para ello no descartan que el grupo siga recomprando acciones.
Es el caso de los analistas de Morgan Stanley. La firma norteamericana ha recortado recientemente su estimación de precio objetivo de 40 a 38 euros, pero han reiterado su recomendación de comprar pues mantiene un potencial de revalorización de más del 40 %. para el presente ejercicio.
Todo ello en medio del ERTE de la compañía en España prolongado hasta marzo para ir ajustando la plantilla en sus plantas a la demanda en cada momento. En este sentido, no se espera una pronta recuperación de la misma ante un comienzo de año muy complicado en algunos sectores como el automovilístico.
Aun así, la acción ha logrado superar importantes referencias en estos primeros compases del año que de consolidar en los próximos días confirmaría una nueva fase alcista con proyección hacia los 30 euros.